D: Doshu Moriteru Ueshiba
CN: Por la relación de tu familia con el Aikido. ¿Ha sido distinta tu infancia de la de otros niños?
D: Me resulta muy difícil compararme con otros niños, ya que carezco de bases de comparación. Yo me consideraba normal, como los otros niños con lo que crecí.
CN: Hemos sabido que en tu adolescencia te gustaba mucho el baseball...
D:Mientras crecía, la mayor parte del tiempo mis circunstacias eran idénticas a las de los otros niños, jugaba a baseball y otros juegos que, entonces, eran muy populares. Nada diferente me separaba de los demás. Por otro lado, si es cierto que como el Dojo y mi casa eran el mismo lugar, había siempre mucha gente de visita, a comer, entrando y saliendo.
En ese sentido, algunas cosas si que fueron distintas al crecimiento de otros niños. Pero también tuve la oportunidad de conocer otros juegos, como la pelota, menko -un juego japonés- y muchas otras cosas que los niños hacina en aquellos tiempos.
CN: ¿Cuándo empezaste a practicar Aikido?
D: Como ya te he dicho, el Dojo y mi casa eran lo mismo; incluso solía jugar en el Dojo. A medida que fui creciendo, recuerdo haber empezado a usar un keikogi y haber practicado a partir del primer año de la escuela primaria, cuando tenía seis años. Empecé a practicar Aikido en serio cuando comencé la Universidad. Hasta entonces, practicaba de forma intermitente.
CN: ¿Cuándo empezaste a enseñar?
D: Enseñé por primera vez cuando tenía 23 o 24 años, en cuarto de carrera. Comencé a enseñar a un grupo de mujeres en el Hombu Dojo, ya que el instructor que debía enseñar a ese grupo no pudo asistir y el director del Hombu Dojo, Sensei Kisaburo Osawa, me pidió que diera yo la clase. En principio decliné la oferta, pero Sensei Osawa insistió y finalmente acepté.
CN: ¿Cuándo empezaste a ser consciente que serías el futuro Doshu?
D: En lugar de pensar sobre la sucesión del Doshu de Aikido, lo principal para mi era como ayudar a mi padre en el Aikido. En este sentido, muchas personas esperaban que me convirtiera en el sucesor y en ese ambiente, de forma gradual, empecé a pensar que sería el sucesor. No fue una decisión propia, sino que se había decidido por parte del grupo que me rodeaba.
Doshu Moriteru junto a O'Sensei |
D: El fundador del Aikido, Morihei Ueshiba, mi abuelo, no estaba tan centrado en la promoción y en divulgar el espíritu o las técnicas del Aikido, y el entrenamiento se restringía a un número reducido de personas. Tras la Segunda Guerra Mundial se produjo un gran cambio en la sociedad japonesa, de forma que el Aikido tuvo que sumir nuevos retos. Mi padre, Kisshomaru Ueshiba, empezó a divulgar el espíritu del Aikido y su entrenamiento para el público en general. Su principal contribución fue extender el Aikido de tal modo, que actualmente se practica en más de 80 países, lo que potenció el dialogo y las relaciones internacionales. Su aporte a la divulgación del Aikido fue muy importante en este aspecto.
CN: ¿Podrías contarnos algo sobre la influencia que tu padre, el Segundo Doshu, en tí?
D: Crecer viendo por detrás del hombro de mi padre, tuvo un gran impacto en mi vida. Observando a mi padre, crecer siguiendo sus directrices han tenido un efecto directo, determinando el porqué hoy en día hago lo que hago y enseño Aikido.
CN: ¿Hubo algo en particular que tu padre hay destacado al enseñarte sobre la historia o el entrenamiento del Aikido?
D: Mi padre nunca trató demasiado los detalles. El recalcaba la necesidad de practicar, observar la imagen en general, nunca desde una visión pequeña. También me dijo que en lugar de tener una pequeña "waza", debía dirigirme a los movimientos más grandes, disminuir el Koshi y entrenar, ejecutar y recibir las técnicas con mucho cuidado. En lo referente a muchos de los aspectos filosóficos e históricos, escribió muchos libros, por lo que no tuvo que decirme esas cosas.
CN: ¿Recibiste algún entrenamiento especial por parte de tu padre o de otros?
D: La base de mi entrenamiento empezaba en la clase de la madrugada, a las 6:30. Esta clase comenzó hace casi 70 años y, por supuesto también participé en muchas de las otras clases dirigidas por los instructores jefes en el Hombu Dojo.
CN: ¿Puedes contarnos algo sobre tus recuerdos de O'Sensei?
D: Yo tenía 18 años cuando mi abuelo murió. Mis recuerdos más inmediatos, son que veíamos juntos la televisión. Me resulta difícil pensar en detalles concretos. Hubo tantas cosas que han quedado en mi memoria, una de ellas es que lo veía hablando con muchos de los instructores jefes, cuando aún eran muy jóvenes, recuerdo también como le acompañaban, siguiéndole a algunas sesiones. Para mí era un abuelo normal. Nunca pensé ni dí mucha importancia al hecho de que fuese el fundador del Aikido, sin embargo tuve la suerte de conocer ambos lados; a través de la interacción con los instructores y mi vida privada con él.
CN: ¿Qué opinas del proceso por el cual O'Sensei creó el Aikido?
D: ¡Esta es un pregunta tan difícil! Tendríamos que preguntárselo a él mismo, su fundador. Hemos de decir que el contexto histórico de entonces era muy distinto al actual. Por ello, nació el Aikido.
CN: O'Sensei era, obviamente, un hombre notable y tuvo una influencia profunda en muchas personas. ¿Cuáles crees que eran las cualidades que le hacían tan especial?
D: Probablemente, la más importante era el espíritu del Aikido engendrado y desarrollado por O'Sensei, ya que se trataba de un modo de pensar totalmente novedoso. A partir de algunos elementos de artes marciales y de la historia japonesa, logró crear algo totalmente nuevo, lo que es maravillosos y, en mi opinión, su mejor aporte.
CN: Parece que O'Sensei tuvo influencia de sus creencias religiosas, sus entrenamientos de artes marciales y sus experiencias de vida. ¿Cómo crees que han determinado cada una de ellas el desarrollo del Aikido?
D: En pocas palabras, podría responder diciendo que el logró combinar todos estos elementos en uno solo y esto fue lo que hizo el desarrollo tan especial.
CN: Entonces, ¿quiere decir que fue capaz de combinar sus creencias religiosas con el entrenamiento de artes marciales?
D: Sí, exacto.
CN: ¿Puedes compartir con nosotros, algunos recuerdos de la generación más antigua de instructores del Hombu Dojo, como Sensei Osawa, Sensei Tada, Sensei Arikawa y Sensei Yamaguchi?
D: Me gustaría aclarar que Sensei Osawa y Sensei Yamaguchi ya murieron, pero Sensei Tada y Sensei Arikawa aún enseñan en el Hombu Dojo, en este sentido, aún son Senseis actuales, por lo que no me gustaría etiquetarlos como una generación más vieja.
Con relacvión a Sensei Osawa, empezó a entrenar Aikido antesw de la guerra y fue un apoyo maravillosos para el anterior Doshu, Kisshomaru, y lo mismo podría decir sobre Sensei Yamaguchi, que ingresó después de la guerra y apoyó al Doshu Kisshomaru de muchas maneras.
CN: ¿Puedes contarnos algunos recuerdos de aquellos días en que Sensei Tamura, Sensei Yamada, Sensei Chiba, Sensei Kanai, Sensei Sugano, Sensei Kurita y Sensei Shibata eran uchideshi?
D: Déjame aclararte que, de las personas a las que te refieres, Sensei Shibata es prácticamente de mi generación, quizá por ello tenga que excluirlo de la siguiente afirmación. Empezando por Sensei Tamura, la mayor parte de los otros Shihanes solían vivir juntos en el Dojo y en mi casa, entre otras cosas, comíamos juntos. Sensei Tamura estaba allí incluso desde antes de la edad preescolar. Jugaban con nosotros y me dejaban practicar con ellos. Comíamos juntos, jugábamos al balón, íbamos de pesca, lanzábamos cometas al aire y mis cosas más. Vivíamos como una gran familia. Yo era tan pequeño que veía las cosas como un niño. Probablemente ellos hacían su vida durante la noche. Pero sobre este particular, habría que preguntarles directamente. (risas).
CN: ¿Cómo compararías los Shihanes de hoy con los recuerdos que de otros tiempos?
D: El recuerdo de aquellos tiempos pasados, se remonta a cuando yo era muy joven y los sentimientos que guardo de ellos no han cambiado mucho. Ahora que viajo, me encuentro y hablo con muchos de ellos, creo que las impresiones que yo tenía de niño son muy parecidas.
CN: Hace mas de veinte años que participas en seminarios y campamentos de la United States Aikido Federation. ¿Puedes trasladarnos las impresiones de tus primera visitas al "New York Aikikai", "New England Aikikai" "Florida Aikikai"?
D: Cuando vine por primera vez, en 1980, yo andaba por los 30 años. Entonces, todo era nuevo para mi. Tuve que dar lo mejor de mí para responder de modo apropiado a las diferentes situaciones en la que me encontraba. Viajar era como una bocanada de aire fresco. ¡Esto no quiere decir que ahora no trabaje igualmente duro! Pero la impresión que recuerdo es que toda la gente era muy seria y tenía ganas de aprender. Desde entonces han pasado 20 años y aún ahora las personas son extremadamente serias y sinceras al intentar aprender Aikido y el aprendizaje se está alargando, lo cual me satisface bastante.
CN: Creemos que nuestro grupo de instructores es único, en el sentido de haber mantenido, sin interrupción su lealtad a la familia Ueshiba y al Hombu Dojo, durante los más de cuarenta años que han estado en el Oeste, así como ante el hecho de continuar trabajando juntos. ¿Qué opinas de esta relación?
D: Probablemente no es apropiado que yo conteste a esta pregunta -y quizás esto no es una respuesta- pero en lo referente a la mayoría de las personas que salieron de Japón hacia los EUA y Europa, creo que tenían una verdadera pasión por la práctica del Aikido. El porqué esto fue así, probablemente habrá que preguntárselo a ellos y no a mí.
CN: Tenemos curiosidad por saber si has observado el hecho de que en diferentes países en el mundo se desarrollan, generalmente, diferentes tendencias en la práctica del Aikido...
D: El mayor impacto no es la nacionalidad, sino el hecho de que la práctica dependa fundamentalmente de quien es el instructor que viajó a ese país en particular.
CN: ¿Cuáles son los principios técnicos y mentales clave que los alumnos deben considerar en su práctica del Aikido?
D: Es muy difícil separar la técnica del espíritu o de los principios espirituales del Aikido. A través de la práctica hay que combinarlos y entrelazarlos. en la tradición japonesa, cuando practicas estás entrenando tu cuerpo, tu mente y tu alma, al mismo tiempo. Además, el fundador promovió el espíritu de proteger todo -todas las cosas que te rodean-. Es algo que resulta de un entrenamiento muy profundo del cuerpo y de la mente. Por ello, hay que combinar los dos. En pocas palabras, para hacer más sencillo el entrenamiento, el Aikido ya está estructurado para ello, por eso no es un entrenamiento solo del lado físico o del espiritual. El entrenamiento del Aikido en si ya combina ambos.
CN: ¿Cuáles son tus deseos y objetivos para el desarrollo futuro del Aikido a nivel mundial?
D: De aquello que el fundador creó y que el Doshu Kisshomaru divulgó, mi interés es aumentar la exposición del Aikdo a muchas más personas, para que tengan una vida social muy rica. Lo tengo en mente, hay que hacer crecer el Aikido.
CN: ¿Qué opinas del deseo de algunos practicantes de Aikido, de que esté presente en los Juegos Mundiales o en los Juegos Olímpicos?
D: En los Juegos Mundiales, el Aikido ya se está mostrando en algunas localidades. La Federación Internacional de Aikido (I.A.F.) participó en exhibiciones en Alemania, Holanda, Dinamarca y alguna que otra en Finlandia. En lo que se refiere a la participación del Aikido en los juegos Olímpicos para ofrecer su imagen en general, no me opongo. Sin embargo, debe realizarse de forma que el espíritu y los principios del Aikido no se vean alterados: Si el Aikido se muestra de este modo, no tengo objeciones.
CN: Del mismo modo, hubo quienes demostraron interés por introducir la competición. ¿Qué piensas al respecto?
D: Ueshiba Morihei, el fundador, creó un arte marcial cuya intención no era determinar quien era más fuerte o más débil, Por ello, si las competiciones tienen este objetivo, no será el Aikido creado por el fundador. Desde este punto de vista no es aceptable.
CN: ¿Qué opinas sobre la atribución del título de Shihan?
D: Actualmente, el Hombu Dojo, sede del Aikido, trabaja en los reglamentos internacionales sobre este asunto en otros continentes. Llegado el momento sabremos más sobre ello.
CN: Esta es tu primera visita a los Estados Unidos como el nuevo Doshu de Aikido. ¿Te sientes diferente? ¿Cuáles son tus impresiones?
D: Mi sentimiento no ha cambiado demasiado por haberme convertido en Doshu y haber venido a los Estados Unidos. Me siento igual que siempre; en entrenamiento es el mismo. Mi actitud es que, aún en un entrenamiento rígido, tenemos que conseguir una comprensión mutua. Eso es lo que pienso y esto no ha cambiado. Claro que en el pasado, yo estaba bajo la dirección del Doshu anterior, el Doshu Kisshomaru, y ahora que este hecho ha cambiado, toda esa responsabilidad es mía. Y, de ese modo, tengo una mayor sentido de responsabilidad esta vez, no es tan fácil como antes.
CN: ¿Recuerdas cuando jugabas al baseball con Sensei Kanai y partió el cristal de una ventana en el Dojo?
D: ¡La ventana! Me acuerdo. (se ríe).
CN: Sensei Kanai nos contó que tus padres no le creyeron cuando confesó que él había parido el cristal y pensaron que te estaba protegiendo. (mas risas).
D: Probablemente así fue. (risas).
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