Muchos son los llamados, pocos los elegidos. El Maestro Nobuyoshi Tamura se encuentra en el pequeño grupo que O-Sensei eligió para extender el del Aikido. Reconocido como uno de los más representativos "uchi-deshi" y dotado de un fascinante carisma, Tamura Sensei ha llegado a unos de los indiscutibles líderes mundiales de este arte, pero es especialmente en , donde ha residido durante muchos años, el sitio en el que imparte su enseñanza.
En Budo International hemos tratado de mantenernos cercanos al espíritu de las enseñanzas de Tamura Sensei en esta entrevista. Esperamos que sus palabras tengan un enriquecedor efecto en vuestra propia búsqueda en el Aikido.
¿Cambia el significado del Aikido para uno después de practicarlo tantos años? ¿Es diferente para usted que para un principiante?
T.N.: En realidad, no es posible definir con precisión el Aikido; en todo caso debemos saber que se trata de un arte marcial. Todos aquellos que lo consideren de esta forma estarán acertados. La meta del Aikido no es otra que la unidad (Ai=Unidad): la creación de un tipo de bosque. Esta unidad es una consecuencia de nuestra adhesión a los principios del Aikido.
¿Que medios utiliza usted para alcanzar esa unidad?
T.N.: En realidad, es muy sencillo comprender esta idea de unidad. Es cuestión de seguir las reglas de la práctica del Aikido en el tatami. Es posible que simplemente el hecho de charlar ahora con usted del Aikido sea otra forma de expresarlo. También estamos practicando Aikido.
¿Quiere usted decir que el Aikido se practica en el tatami, pero que su enseñanza debe ir más allá, adaptándolo a nuestra vida cotidiana?
T.N.: Sí. Podemos considerar el tatami como una la vida diaria en escala, y por lo tanto, todo lo que hagamos en el dojo puede ser aplicado en nuestra vida fuera de él.
Cuando un experto practica Aikido, aparenta que no trata de derrotar a su oponente, que sus movimientos son circulares y que siempre trata de mantener relajado su cuerpo.
T.N.: Sin embargo se debe decir que un combate el experto en Aikido no dudará en buscar la victoria. Respecto a la cuestión de los movimientos circulares, simbolizan todo lo que se encuentra a nuestro alrededor. El mundo es circular, los átomos son redondos, etc. De hecho, los movimientos circulares son una copia reducida del universo.
¿Por qué una típica clase de Aikido comienza con relajación y ejercicios de estiramiento?
T.N.: La relajación es extremadamente importante en todos los campos. No estar relajado no es natural y la experiencia nos enseña que la pérdida de relajación es causa de la creación de un pequeño muro a nuestro alrededor el cual nos aleja de todo lo que intentamos realizar. Gracias a la relajación podemos destruir este muro y podemos practicar Aikido.
Es necesario estar relajado, sin embargo no es necesario tratar de alterar completamente nuestra actitud emocional. Por ejemplo, puedo estar en el tapiz de mal humor, puedo estar enfadado con alguien. Esto no es problema; lo principal es comportarse con naturalidad.
Esto significa que no debemos tener una actitud "cerrada", debemos seguir el camino comportándonos en cada instante de forma que evitemos tener una actitud demasiado débil o caer por el contrario en un exceso de rigidez. Usted ha tenido la oportunidad de comprobarlo por sí mismo al comienzo de nuestra conversación. Trataba de relajarse dejando de lado todo el trabajo que tenía planeado. Ha tenido que avanzar improvisando y esto es mucho mejor.
¿Cuales fueron las circunstancias que rodearon el nacimiento del Aikido?
T.N.: Podemos decir que el Aikido es un arte marcial muy moderno. Su catalizador, el hombre que reunió todas las enseñanzas del arte, el Maestro Ueshiba, murió en 1968. En 1942 había sintetizado lo que actualmente llamamos Aikido.
¿Cuales son los beneficios del Aikido para sus practicantes?
T.N.: Esto depende de cada persona y de sus objetivos. Es como un pastel, unos pueden tomar un trozo más grande y otro preferir otro más pequeño.
¿Qué nos diría si le preguntáramos que beneficios ha encontrado personalmente en el Aikido?
T.N.: Personalmente he encontrado paz y tranquilidad.
Cuando las personas practican muy intensamente, llegan a estar exhaustos físicamente pero si continúan, el agotamiento puede desaparecer. ¿Podría explicar esto?
T.N.: Hay dos tipos de agotamiento: físico y mental. En el tatami nosotros sentimos el cansancio físico.
Puede encontrar esto en las enseñanzas japonesas tradicionales, las que nosotros impartimos, cuando nos ejercitamos, nos trasladamos de un estado de gran agotamiento físico a un estado de relajación y paz mental. Estos fundamentos están en nuestra educación. Es una experiencia muy concreta, un excelente hábito que permite a cualquiera vivir experiencias fuera de lo ordinario.
Si las personas durante una práctica muy intensa abandonan cuando alcanzan este umbral de agotamiento, entran en un estado de tristeza y tienen un sentimiento opresivo, sin embargo si continúan y traspasan este punto crítico, obtienen un estado mucho más agradable y relajado.
¿Es algo similar a los derviches turcos, que alcanzan este estado a través de la danza, o los místicos quienes lo obtienen cuando dejan de comer y se encierran en cuevas? ¿Es esto lo que implica el misticismo japonés?
T.N.: No creo que haya nada místico en el Aikido. Todo depende de como lo ve cada cual, y también desde la perspectiva que exista en diferentes culturas. Por ejemplo, en algunas culturas un hombre que vaya a la Luna no se le llamaría místico sino loco.
Cuando he usado el término "místico" me refería a las experiencias que dan un significado a nuestras vidas, experiencias que cambian nuestro entendimiento. Creo que el Aikido hace dicha experiencia posible. Respecto a la idea de "umbral" ¿podría hablarnos de sus experiencias con el Maestro Ueshiba?
T.N.: La cuestión es muy amplia. Concierne a demasiadas cuestiones. Puedo empezar diciendo que para los japoneses es muy fácil producir televisiones o radios diminutos, nuestra vida cotidiana está anegada de ellos.
Sin embargo para aquellos que no pueden ver u oír muy bien esto les parecerá un ridículo e inútil hábito, similar al de aquellos que no tienen la experiencia de la perfecta técnica "mágica". El "misticismo" del que usted habla es algo parecido. Todo depende de la persona a la que concierna.
Le voy a contar una experiencia personal. En febrero estaba en Luxemburgo, en una habitación de hotel. Estaba durmiendo. En mitad de la noche, escuché una voz que me llamaba y creo que reconocí la voz de mi tía. Dos semanas después, recibí una carta de mi madre en la que me decía que mi tía había muerto. Para mí esto es normal, es una sensación perceptiva pero mucha gente que lea esto pensará que soy un "místico”... o un chalado.
¿Qué le gustaría más que sus alumnos comprendiesen, en el tatami o fuera de él? ¿Si le pudiera ofrecer sólo una idea, cual sería?
T.N.: Creo que lo más importante, tanto fuera como dentro del tatami, es dar el máximo y darlo en el momento, porque el mañana no existe. Mañana es imposible dar el máximo.
En este punto nos trasladamos al dojo y observamos la práctica. Cuando finalizo, preguntamos a Tamura Sensei que siente cuando camina por el tatami y observa a los estudiantes de diferentes niveles, del cinto blanco a los grados dan.
T.N.: No hago diferencias, simplemente corrijo.
¿Cuando enseña, por qué sus explicaciones verbales son tan escuetas?
T.N.: Normalmente, explico lo que es más importante. Pienso que el resto debe provenir de la propia iniciativa del estudiante, a través del su propio trabajo. Esto significa que es el propio alumno el que debe desarrollar las explicaciones que doy, y a través de su trabajo, la enseñanza llegará a ser más completa, más personal. Nunca voy más allá de la percepción personal de cada persona.
Lo principal de una técnica puede ser mostrado en una serie de fotografías, pero el practicante debe sumergirse en la técnica y recrear los movimientos para ser capaz de realizarse a sí mismo, para forjarse a sí mismo en el Aikido.
Aquí termina nuestra entrevista con Sensei Tamura, alguien excepcional dentro y fuera del tatami.
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