Dojos pertenecientes a la ASOCIACIÓN SUDAMERICANA DE AIKIDO, institución adherida a la Sansuikai

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lunes, 30 de julio de 2012

ENTREVISTA AL DOSHU MORITERU UESHIBA, nieto de O'Sensei

CN: Revista Cinturón Negro
D: Doshu Moriteru Ueshiba

CN: Por la relación de tu familia con el Aikido. ¿Ha sido distinta tu infancia de la de otros niños?
D: Me resulta muy difícil compararme con otros niños, ya que carezco de bases de comparación. Yo me consideraba normal, como los otros niños con lo que crecí.
CN: Hemos sabido que en tu adolescencia te gustaba mucho el baseball...
D:Mientras crecía, la mayor parte del tiempo mis circunstacias eran idénticas a las de los otros niños, jugaba a baseball y otros juegos que, entonces, eran muy populares. Nada diferente me separaba de los demás. Por otro lado, si es cierto que como el Dojo y mi casa eran el mismo lugar, había siempre mucha gente de visita, a comer, entrando y saliendo.
En ese sentido, algunas cosas si que fueron distintas al crecimiento de otros niños. Pero también tuve la oportunidad de conocer otros juegos, como la pelota, menko -un juego japonés- y muchas otras cosas que los niños hacina en aquellos tiempos.
CN: ¿Cuándo empezaste a practicar Aikido?
D: Como ya te he dicho, el Dojo y mi casa eran lo mismo; incluso solía jugar en el Dojo. A medida que fui creciendo, recuerdo haber empezado a usar un keikogi y haber practicado a partir del primer año de la escuela primaria, cuando tenía seis años. Empecé a practicar Aikido en serio cuando comencé la Universidad. Hasta entonces, practicaba de forma intermitente.
CN: ¿Cuándo empezaste a enseñar?
D: Enseñé por primera vez cuando tenía 23 o 24 años, en cuarto de carrera. Comencé a enseñar a un grupo de mujeres en el Hombu Dojo, ya que el instructor que debía enseñar a ese grupo no pudo asistir y el director del Hombu Dojo, Sensei Kisaburo Osawa, me pidió que diera yo la clase. En principio decliné la oferta, pero Sensei Osawa insistió y finalmente acepté.
CN: ¿Cuándo empezaste a ser consciente que serías el futuro Doshu?
D: En lugar de pensar sobre la sucesión del Doshu de Aikido, lo principal para mi era como ayudar a mi padre en el Aikido. En este sentido, muchas personas esperaban que me convirtiera en el sucesor y en ese ambiente, de forma gradual, empecé a pensar que sería el sucesor. No fue una decisión propia, sino que se había decidido por parte del grupo que me rodeaba.
Doshu Moriteru junto a O'Sensei
CN: ¿Cómo describirías el trabajo que tu padre, Segundo Doshu, hizo para promocionar el Aikido?
D: El fundador del Aikido, Morihei Ueshiba, mi abuelo, no estaba tan centrado en la promoción y en divulgar el espíritu o las técnicas del Aikido, y el entrenamiento se restringía a un número reducido de personas. Tras la Segunda Guerra Mundial  se produjo un gran cambio en la sociedad japonesa, de forma que el Aikido tuvo  que sumir nuevos retos. Mi padre, Kisshomaru Ueshiba, empezó a divulgar el espíritu del Aikido y su entrenamiento para el público en general. Su principal contribución fue extender el Aikido de tal modo, que actualmente se practica en más de 80 países, lo que potenció el dialogo y las relaciones internacionales. Su aporte a la divulgación del Aikido fue muy importante en este aspecto.
CN: ¿Podrías contarnos algo sobre la influencia que tu padre, el Segundo Doshu, en tí?
D: Crecer viendo por detrás del hombro de mi padre, tuvo un gran impacto en mi vida. Observando a mi padre, crecer siguiendo sus directrices han tenido un efecto directo, determinando el porqué hoy en día hago lo que hago y enseño Aikido.
CN: ¿Hubo algo en particular que tu padre hay destacado al enseñarte sobre la historia o el entrenamiento del Aikido?
D: Mi padre nunca trató demasiado los detalles. El recalcaba la necesidad de practicar, observar la imagen en general, nunca desde una visión pequeña. También me dijo que en lugar de tener una pequeña "waza", debía dirigirme a los movimientos más grandes, disminuir el Koshi y entrenar, ejecutar y recibir las técnicas con mucho cuidado. En lo referente a muchos de los aspectos filosóficos e históricos, escribió muchos libros, por lo que no tuvo que decirme esas cosas.
CN: ¿Recibiste algún entrenamiento especial por parte de tu padre o de otros?
D: La base de mi entrenamiento empezaba en la clase de la madrugada, a las 6:30. Esta clase comenzó hace casi 70 años y, por supuesto también participé en muchas de las otras clases dirigidas por los instructores jefes en el Hombu Dojo.
CN: ¿Puedes contarnos algo sobre tus recuerdos de O'Sensei?
D: Yo tenía 18 años cuando mi abuelo murió. Mis recuerdos más inmediatos, son que veíamos juntos la televisión. Me resulta difícil pensar en detalles concretos. Hubo tantas cosas que han quedado en mi memoria, una de ellas es que lo veía hablando con muchos de los instructores jefes, cuando aún eran muy jóvenes, recuerdo también como le acompañaban, siguiéndole a algunas sesiones. Para mí era un abuelo normal. Nunca pensé ni dí mucha importancia al hecho de que fuese el fundador del Aikido, sin embargo tuve la suerte de conocer ambos lados; a través de la interacción con los instructores y mi vida privada con él.
CN: ¿Qué opinas del proceso por el cual O'Sensei creó el Aikido?
D: ¡Esta es un pregunta tan difícil! Tendríamos que preguntárselo a él mismo, su fundador. Hemos de decir que el contexto histórico de entonces era muy distinto al actual. Por ello, nació el Aikido.
CN: O'Sensei era, obviamente, un hombre notable y tuvo una influencia profunda en muchas personas. ¿Cuáles crees que eran las cualidades que le hacían tan especial?
D: Probablemente, la más importante era el espíritu del Aikido engendrado y desarrollado por O'Sensei, ya que se trataba de un modo de pensar totalmente novedoso. A partir de algunos elementos de artes marciales y de la historia japonesa, logró crear algo totalmente nuevo, lo que es maravillosos y, en mi opinión, su mejor aporte.
CN: Parece que O'Sensei tuvo influencia de sus creencias religiosas, sus entrenamientos de artes marciales y sus experiencias de vida. ¿Cómo crees que han determinado cada una de ellas el desarrollo del Aikido?
D: En pocas palabras, podría responder diciendo que el logró combinar todos estos elementos en uno solo y esto fue lo que hizo el desarrollo tan especial.
CN: Entonces, ¿quiere decir que fue capaz de combinar sus creencias religiosas con el entrenamiento de artes marciales?
D: Sí, exacto.
CN: ¿Puedes compartir con nosotros, algunos recuerdos de la generación más antigua de instructores del Hombu Dojo, como Sensei Osawa, Sensei Tada, Sensei Arikawa y Sensei Yamaguchi?
D: Me gustaría aclarar que Sensei Osawa y Sensei Yamaguchi ya murieron, pero Sensei Tada y Sensei Arikawa aún enseñan en el Hombu Dojo, en este sentido, aún son Senseis actuales, por lo que no me gustaría etiquetarlos como una generación más vieja.
Con relacvión a Sensei Osawa, empezó a entrenar Aikido antesw de la guerra y fue un apoyo maravillosos para el anterior Doshu, Kisshomaru, y lo mismo podría decir sobre Sensei Yamaguchi, que ingresó después de la guerra y apoyó al Doshu Kisshomaru de muchas maneras.
CN: ¿Puedes contarnos algunos recuerdos de aquellos días en que Sensei Tamura, Sensei Yamada, Sensei Chiba, Sensei Kanai, Sensei Sugano, Sensei Kurita y Sensei Shibata eran uchideshi?
D: Déjame aclararte que, de las personas a las que te refieres, Sensei Shibata es prácticamente de mi generación, quizá por ello tenga que excluirlo de la siguiente afirmación. Empezando por Sensei Tamura, la mayor parte de los otros Shihanes solían vivir juntos en el Dojo y en mi casa, entre otras cosas, comíamos juntos. Sensei Tamura estaba allí incluso desde antes de la edad preescolar. Jugaban con nosotros y me dejaban practicar con ellos. Comíamos juntos, jugábamos al balón, íbamos de pesca, lanzábamos cometas al aire y mis cosas más. Vivíamos como una gran familia. Yo era tan pequeño que veía las cosas como un niño. Probablemente ellos hacían su vida durante la noche. Pero sobre este particular, habría que preguntarles directamente. (risas).
CN: ¿Cómo compararías los Shihanes de hoy con los recuerdos que de otros tiempos?
D: El recuerdo de aquellos tiempos pasados, se remonta a cuando yo era muy joven y los sentimientos que guardo de ellos no han cambiado mucho. Ahora que viajo, me encuentro y hablo con muchos de ellos, creo que las impresiones que yo tenía de niño son muy parecidas.
CN: Hace mas de veinte años que participas en seminarios y campamentos de la United States Aikido Federation. ¿Puedes trasladarnos las impresiones de tus primera visitas al "New York Aikikai", "New England Aikikai" "Florida Aikikai"?
D: Cuando vine por primera vez, en 1980, yo andaba por los 30 años. Entonces, todo era nuevo para mi. Tuve que dar lo mejor de mí para responder de modo apropiado a las diferentes situaciones en la que me encontraba. Viajar era como una bocanada de aire fresco. ¡Esto no quiere decir que ahora no trabaje igualmente duro! Pero la impresión que recuerdo es que toda la gente era muy seria y tenía ganas de aprender. Desde entonces han pasado 20 años y aún ahora las personas son extremadamente serias y sinceras al intentar aprender Aikido y el aprendizaje se está alargando, lo cual me satisface bastante.
CN: Creemos que nuestro grupo de instructores es único, en el sentido de haber mantenido, sin interrupción su lealtad a la familia Ueshiba y al Hombu Dojo, durante los más de cuarenta años que han estado en el Oeste, así como ante el hecho de continuar trabajando juntos. ¿Qué opinas de esta relación?
D: Probablemente no es apropiado que yo conteste a esta pregunta -y quizás esto no es una respuesta- pero en lo referente a la mayoría de las personas que salieron de Japón hacia los EUA y Europa, creo que tenían una verdadera pasión por la práctica del Aikido. El porqué esto fue así, probablemente habrá que preguntárselo a ellos y no a mí.
CN: Tenemos curiosidad por saber si has observado el hecho de que en diferentes países en el mundo se desarrollan, generalmente, diferentes tendencias en la práctica del Aikido...
D: El mayor impacto no es la nacionalidad, sino el hecho de que la práctica dependa fundamentalmente de quien es el instructor que viajó a ese país en particular.
CN: ¿Cuáles son los principios técnicos y mentales clave que los alumnos deben considerar en su práctica del Aikido?
D: Es muy difícil separar la técnica del espíritu o de los principios espirituales del Aikido. A través de la práctica hay que combinarlos y entrelazarlos. en la tradición japonesa, cuando practicas estás entrenando tu cuerpo, tu mente y tu alma, al mismo tiempo. Además, el fundador promovió el espíritu de proteger todo -todas las cosas que te rodean-. Es algo que resulta de un entrenamiento muy profundo del cuerpo y de la mente. Por ello, hay que combinar los dos. En pocas palabras, para hacer más sencillo el entrenamiento, el Aikido ya está estructurado para ello, por eso no es un entrenamiento solo del lado físico o del espiritual. El entrenamiento del Aikido en si ya combina ambos.
CN: ¿Cuáles son tus deseos y objetivos para el desarrollo futuro del Aikido a nivel mundial?
D: De aquello que el fundador creó y que el Doshu Kisshomaru divulgó, mi interés es aumentar la exposición del Aikdo a muchas más personas, para que tengan una vida social muy rica. Lo tengo en mente, hay que hacer crecer el Aikido.
CN: ¿Qué opinas del deseo de algunos practicantes de Aikido, de que esté presente en los Juegos Mundiales o en los Juegos Olímpicos?
D: En los Juegos Mundiales, el Aikido ya se está mostrando en algunas localidades. La Federación Internacional de Aikido (I.A.F.)  participó en exhibiciones en Alemania, Holanda, Dinamarca y alguna que otra en Finlandia. En lo que se refiere a la participación del Aikido en los juegos Olímpicos para ofrecer su imagen en general, no me opongo. Sin embargo, debe realizarse de forma que el espíritu y los principios del Aikido no se vean alterados: Si el Aikido se muestra de este modo, no tengo objeciones.
CN: Del mismo modo, hubo quienes demostraron interés por introducir la competición. ¿Qué piensas al respecto?
D: Ueshiba Morihei, el fundador, creó un arte marcial cuya intención no era determinar quien era más fuerte o más débil, Por ello, si las competiciones tienen este objetivo, no será el Aikido creado por el fundador. Desde este punto de vista no es aceptable.
CN: ¿Qué opinas sobre la atribución del título de Shihan?
D: Actualmente, el Hombu Dojo, sede del Aikido, trabaja en los reglamentos internacionales sobre este asunto en otros continentes. Llegado el momento sabremos más sobre ello.
CN: Esta es tu primera visita a los Estados Unidos como el nuevo Doshu de Aikido. ¿Te sientes diferente? ¿Cuáles son tus impresiones?
D: Mi sentimiento no ha cambiado demasiado por haberme convertido en Doshu y haber venido a los Estados Unidos. Me siento igual que siempre;  en entrenamiento es el mismo. Mi actitud es que, aún en un entrenamiento rígido, tenemos que conseguir una comprensión mutua. Eso es lo que pienso y esto no ha cambiado. Claro que en el pasado, yo estaba bajo la dirección del Doshu anterior, el Doshu Kisshomaru, y ahora que este hecho ha cambiado, toda esa responsabilidad es mía. Y, de ese modo, tengo una mayor sentido de responsabilidad esta vez, no es tan fácil como antes.
CN: ¿Recuerdas cuando jugabas al baseball con Sensei Kanai y partió el cristal de una ventana en el Dojo?
D: ¡La ventana! Me acuerdo. (se ríe).
CN: Sensei Kanai nos contó que tus padres no le creyeron cuando confesó que él había parido el cristal y pensaron que te estaba protegiendo. (mas risas).
D: Probablemente así fue. (risas).

AIKIDO, DOJO MIYAGI (Ciudad de Río Tercero)


 La Asociación Sudamericana de Aikido Córdoba presenta el espacio de práctica de Aikido en el Dojo Miyagi de la ciudad de Río Tercero. Ubicado en la calle Acuña esquina Trejo a dos cuadras de terminal de omnibus.




Dicho Dojo consta con una superficie 70 mts2 de goma eva, con amplios ventanales que da hacia las dos calles, lo que permite una muy buena aireación. 




También consta de ventiladores, una muy buena iluminación y para las épocas de baja temperatura de una excelente calefacción. También el dojo consta de un muy buen vestuario con baño incluido.
El horario y los días de las clases de Aikido dictadas por el Prof. Nico Coll son: Viernes y Sábados de 18 a 20 hs.

domingo, 29 de julio de 2012

jueves, 19 de julio de 2012

AIKIDO, entrevista a Seishiro Endo Shihan (parte II)

Ultima parte

P: ¿Tengo entendido que experimentó un gran cambio cuando entro en sus 30?
E: Cuando tenía exactamente 30 años me disloqué el hombro derecho. Este acontecimiento desencadenó elgiro en mi modo de acercarme al Aikido. Estando en esas condiciones, Seigo Yamaguchi me dijo: “Ud. estuvo practicando Aikido por 10 años, pero ahora sólo tiene su brazo izquierdo… ¿Qué va Ud. a hacer?”. Hasta ese momento yo no había practicado mucho con Yamaguchi Sensei, pero después de su comentario decidí ir a sus clases tantas veces como pudiera. Yo empezaba a darme cuenta de cuanto dependía de mi fuerza en los hombros y en los brazos; y me había preguntado si era para mí posible continuar Aikido en esa forma. Con tales cosas en mi mente, la pregunta de Yamaguchi Sensei fue el empujón que me faltaba para acceder a mi próximo nivel de práctica. Aproveche esta oportunidad para cambiar en 180 grados mi forma de acercarme al Aikido.
A todo el mundo le han dicho por lo menos una vez “Quita la fuerza de tus hombros”. Yamaguchi Sensei también hablaba de practicar Aikiodo sin ayuda de la fuerza. Por supuesto es mucho más fácil decirlo que hacerlo. Cuando uno trata de sacar la fuerza de sus hombros, a menudo el ki se va con ella. Se pude hacer también una comparación con el esquí: haciendo todo lo posible por imitar al profesor,unomejora rápidamente. Pero las cosas comienzan a fallar cuando uno intenta hacerlo por su cuenta. Yo experimenté algo similar en mi intento por librarme de la fuerza. Podía hacerlo cuando Yamaguchi estaba por ahí, pero tan pronto se iba, me sentía incapaz. Era muy frustrante y siempre terminaba practican a mi modo. Luché con este problema cerca de medio año.
Creo que fue Shinran (1173-1263, fundador de la Secta “Tierra Pura” de Budismo) quien dijo: “Incluso cuando lo que dice mi maestro me parece un error, incluso si me parece que estoy equivocado, tengo absoluta confianza en lo que debe hacer y sigo el camino de mi maestro, incluso si me conduce al infierno. “Yo pensé: ¿Por qué no? Si voy a perder mi camino por Yamaguchi Sensei, que así sea”. A todo esto Yamaguchi Sensei me había dicho: “Incluso si no entiendes, toma mi palabra y hazlo, sólo dale 10 años más o menos…” Eso fue lo que hice. En vez de tratar de desprenderme de la fuerza (y volver a ella cuando la técnica no funciona) resolví explorar únicamente la forma de la “No fuerza” sin que me importara el resultado.
De todos modos, aunque ya estaba seguro en mi mente, las condiciones de práctica no cambiaron. No tarde en darme cuenta que mis compañeros de práctica no caían cuando yo trataba de tirarlos sin fuerza. No me quedaba otra alternativa que decirles: “No puedo hacer está técnica aún, pero puedo pedirle que tomes Ukemi de todos modos?” Era una pregunta inusual para un 4º dan, y la gente quedaba un poco sorprendida. Así fue como comencé a practicar de este nuevo modo, teniendo especial cuidado de no frustrarme o irritarme porque sabía que eso me llevaría directo hacia la fuerza.
Mientras Yamaguchi Sensei me tiraba, murmuraba cosas como: “Cuanto más dejes ir tu fuerza, más se concentrará tu ki” o “Concentra tu fuerza en el bajo vientre. “Yo trataba de prestar atención a lo que hacía cuando tomaba ukemi y creo que después de algunos años comencé a darme cuenta de lo que hablaba y de lo que hacía.
Sabía que finalmente había encontrado una forma de práctica que funcionaba para mí. Desde entonces trabajé en una técnica por vez exclusivamente. Por ejemplo no hacía nada más que Ikkyo (Shomenuchi) por medio año, no importaba en que dojo me encontraba. Entrenando de este modo comprendí profundamente cada técnica. Me ayudó a darme cuenta de que manera encarar cada técnica, en cada diferente situación, y también del principio básico e cada técnica (que se puede aplicar a otras). En aquellos tiempos cuando enseñaba solía decir cosas como: “Obsérvense atentamente y sientan que están haciendo” o “sientan a su compañero y observan la relación entre Ud. Y él”. Por “Ud.” yo quería decir estado mental y balance físico, así como la relación entre ambos. Hay una expresión: “Mente, técnica y cuerpo son uno sólo” (Shin Gi TaiItchi). Cuando la mente está en desorden, al cuerpo le es imposible moverse efectiva y eficientemente. Del mismo modo un cuerpo fuera de balance puede agitar la mente hasta el punto en que le es imposible comprender la relación entre uno y el compañero, relación que en definitiva indica que técnica corresponde. Una vez hecho el contacto inicial (de ai) moviendo el cuerpo apropiadamente (taisabaki) y desequilibrando al compañero (kusushi) es imprescindible percibir que técnica surge naturalmente de la relación entre uno y el compañero. O’Sensei hablaba de “hacerse uno con el cosmos” o “ser uno con la naturaleza”. Una forma de interpretar esto es tratar de no forzar la técnica de acuerdo con nuestra propia  y única voluntad, no insistir en completar la técnica que uno ha elegido; deberíamos en cambio, percibir la ´técnica que surge naturalmente. Nosotros practicamos Áikido yendo a través de las técnicas una por una, repitiendo lo que nuestro profesor nos muestra. Eso significa que debemos hacer esa técnica en particular sin importar lo que suceda (incluso si implica un grado de esfuerzo excesivo), en otras palabras, incluso si involucro movimientos que no surgen naturalmente. Es importante ser capaz de observarse a uno mismo para reconocer ese esfuerzo innatural como tal. Se necesita ser lo suficientemente perceptivo y objetivo para decirnos a nosotros mismo cosas como: “La técnica estuvo bien, pero el encuentro (de ai) con mi compañero no está funcionando”. Es importante  chequearse constantemente y vigilar la conciencia de sí los movimientos son o no naturales.
Fue después de que comenzara a entrenar sin fuerza, que pude cambiar inmediatamente la técnica que estuviera haciendo a otra. Esto es lógico porque a menor esfuerzo empleado, más fácil es cambiar a otra cosa.
Practicando de este modo recordé las palabras de O’Sensei: “Cuando es así, tú haces esto. Cuando es de esta otra forma, haces esto otro.”. El nunca hacía lo mismo dos veces. Yo pensé: Creo que sé a qué se refiere. Con esta clase de perspectiva, nunca se utiliza demasiada fuerza, porque cada uno cambia a otra cosa según se necesite.
Imagine un río con rocas en él. Cuando el agua se encuentra con rocas pequeñas, fluye sobre ellas. Cuando se encuentra con rocas más gran es, fluye alrededor de ellas. Incluso si se contiene su cauce, el agua no se detiene, y en realidad su energía potencial sigue aún allí arremolinándose y acumulándose detrás de la presa, tratando de quebrarla o rebasarla.
Aikido es igual. No es un “camino de vida” si uno limita el encuentro a una técnica particular. Es importante ser capaz de cambiar y hacer otra cosa ni bien las condiciones cambian, y suspender lo que uno está haciendo para obtener el efecto deseado.
No se trata sólo de fluir hacia algo diferente cuando uno se encuentra bloqueado, es también necesario investigar como “ahorrar energía”. Además, todos tenemos posibilidades sin desarrollar, por lo tanto deberíamos pensar cómo sacarlas a relucir aplicando aquella energía latente.
En el “Tora No Maki” una obra que según se dice contiene los secretos más profundos de las artes marciales y la estrategia, se comenta: “Lo que llega es recibido, lo que se va, es enviado en esa dirección; lo que está en oposiciones, armonizado. Cinco y cinco es diez, dos y ocho es diez, uno y nueve es diez. De esta manera las cosas deberían armonizarse. Distinguir apariencia de realidad, comprendiendo el propósito verdadero y la estrategia oculta; conocer la potencialidad inadvertida y las implicaciones escondidas. Comprender tanto el plan general como así también prestar atención a los detalles y particularidades, tanto como sea necesario. Cuando uno se enfrenta con una situación de vida o muerte responder a los cambios que tienen lugar y enfrentar la situación con la mente libre de agitación”. Este corto pasaje me proveyó de un vasto alimento para mis pensamientos.
P: Esas palabras pueden ser aplicadas tanto al Aikido como a la vida en general.
E: Exacto. Nosotros aprendernos tales cosas a través de la práctica pero en realidad la mayoría de nosotros pasa más tiempo fuera del dojo que en él, por lo tanto sería extraño no darse cuenta de que lo que aprendemos en el dojo es extensivo a otros aspectos de la vida.
No es del todo apropiado hablar de ganar o perder cuando se habla de Aikido, pero la mejor victoria es, creo, cuando se logra armonía con el oponente y ambos sienten esa armonía.
Tenemos la oportunidad de estudiar muchas técnicas diferentes durante nuestro entrenamiento, pero creo que no es necesario que sean tantas. De Hecho, podría ir tan lejos como para afirmar que las técnicas que se toman para 5º Kyu (shomenuchiikkyo, shomenuchiirminague, katatedorishihonague y suwariwazakokyuho) pueden probablemente enseñar todo lo que uno debería saber sobre acerca del ma-ai, sabaki, kuzushi y la forma de usar el cuerpo y la mente. Muchas personas no se sienten satisfechas a menos de que aprendan un gran número de técnicas, pero el hecho es que sólo permanece lo comprendido. Lo enseñado no es verdaderamente propio hasta que no ha sido interiorizado a través del esfuerzo.
P: ¿Cómo compararía la práctica en Japón con la práctica en el extranjero?
E: Odio decir esto, pro siento que los japoneses no son tan buenos en el sentido de que son demasiado rígidos. La falta de práctica puede ser parte del problema, pero el japonés es demasiado estricto en el dojo. Pienso que es importante mantener una suave y relajada actitud durante toda la práctica. No creo que esto vaya en contra del vigor marcial del arte, mientras se practique seriamente. Hay una famosa historia sobre el 311 Shogun del período Tokugawa: Lemitsu (1604-1651, gobernó desde 1623-1651)
Según parece había recibido un tigre de regalo desde Korea. Lemitsu puso viarios animales en la jaula para ver cómo les iba. A ninguno le fue muy bien, por supuesto. No encontrando esto interesante, decidió “subir la apuesta” enviando a YagyuTajima No Karni, un consumado espadachín quien además había pasado a ser un instructor de esgrima. Yagyu entró armado con su bokuto (espada de madera) pero logró sobrevivir y emergió de la jaula exhausta y bañado en sudor. Luego Lemitsu decidió mandar al monje Zen Takuaii. Después de discutirlo un rato, Lemitsu lo amenazó con castigarlo y Takuan aceptó. Cuando entró a la jaula el tigre simplemente se aproximó y se hecho cerca de sus pies.
La historia es un buen ejemplo de que siempre hay que mantener un estado de calma ordinario y cotidiano. No importa si tu enemigo es una persona o un tigre, si te aproximas con una actitud dañina, querrá atacarle. Pero si uno no oculta ninguna intensión y se deja impregnar por una calma normal y cotidiana, lograrás un estado de ecuanimidad. (HeigoShiti).
Si la práctica de Aikido fuera solamente practicar la forma (kata) entonces uno debería hacer una técnica correcta y el compañero tomar ukemi. Pero la forma de Aikido no siempre es suficiente. Tratando de hacer cualquier técnica puede uno encontrarse haciendo un esfuerzo excesivo. Cuando uno se ve haciendo esto, hay una oportunidad para dar un paso atrás y preguntarse qué está fallando. El problema está en ¿cómo se llevó a cabo el encuentro inicial? ¿Está uno desequilibrando correctamente al compañero? ¿Se maneja un timing y una distancia correcta? ¿Se utiliza correctamente la respiración (KoKyu RyoKu)? ¿Hay algún problema con el método en general? Uno de los objetivos más importantes del entrenamiento es tratar de darse cuenta que está uno haciendo mal y planear que hacer al respecto.
El primer paso es, por supuesto, ser capaz de reconocer (o “sentir” como suelo decir) cuando uno se topa con una limitación. Ser incapaz de reconocer cuando algo involucra excesivo esfuerzo (es decir estar tan apegado que uno no puede hacer otra cosa) es una mentalidad rígida que no es diferente del mero  “esperar la muerte”, no hay evolución y progreso.
Estoy hablando de la importancia de varios conceptos distintos como “mutabilidad” (Henka), fluir (Nagare) y evitar el esfuerzo excesivo, pero todo esto habla de algo más profundo, que es expresado en un dicho dela escuela de sable Jigen: ”No hay una segunda espada en JigenKyu”. Si mi interpretación es correcta, creo que refleja lo que considero la esencia y el objetivo máximo de mi entrenamiento, que se podría resumir con estas palabras “Sólo hay movimiento hacia adelante”.
P: ¿Qué tipo de entrenamiento siguió fuera del Dojo, y cuál piensa que sería apropiado para los instructores y para aquellos que se dedican profesionalmente al Aikido?
E: Creo que cualquier tipo de entrenamiento personal puede ser beneficioso, y en este sentido hay muchas cosas que uno puede hacer; por ejemplo: ejercicios para desarrollar la fuerza física, mejorar el contacto visual y la visión periférica, acrecentar la concentración, etc.
Una forma de entrenar la concentración es mirar por un instante un objeto o una escena y luego tratar de recordar lo que se ha observado con el mayor detalle posible.
En el libro de los Cinco Anillos dice: “fortalecer la percepción intuitiva y no la visual”. Una forma de entrenar la visión periférica es mantener los ojos fijos en un punto mientras se intenta percibir lo que sucede alrededor.
Entrenar con un compañero, por ejemplo, puede ser provechoso para investigar el estado mental necesario para desarrollar y mantener la concentración y la intuición durante el mayor tiempo posible.
Desde mi punto de vista, la mejor técnica es aquella en que no se experimentan por parte de los practicantes sentimientos como ser derrotado o ser vencedor, sino el de un “encuentro exitoso”. Este encuentro existe incluso si sólo sucede una vez en un millón. Nuestra meta es hacer que ocurra una vez en medio millón, una vez en cien mil. Que esto ocurra dependerá de que tan seriamente una persona aborde su entrenamiento. Para mí esto es muy importante. Sentir la relación con su compañero. Cuando determinada técnica se vuelve perfecta, sólo es perfecta en ese momento; cuando el encuentro entre uno y el compañero fue defectuoso, una técnica no puede volverse perfecta. Cuando esto sucede uno no debería evitarlo, sino aceptar la imperfección y considerar como se puede aprovechar lo que se tiene. En otras palabras tratar de lograr lo mejor de la relación.
P: Cree Ud. Que Ki No Nagare (El fluir del Ki o Técnicas Fluidas) es un elemento importante en el Aikido?
E: Si Ud. Se refiere a técnicas antes de que me agarren o proyectar a mi oponente sin tocarlo, la respuesta es no, eso no es parte de mi Aikido. Cuando yo hablo de deshacerse de la fuerza no estoy solamente hablando de deslizarse suavemente en la técnica justo cuando se produce el agarre. Yo me refiero a algo que no es sólo físico, algo que tiene que ver con la mente como con el espíritu, además de con el cuerpo. Los movimientos suaves no pueden ser efectivos si la mente no está tranquila o uno no la puede usar en forma efectiva.
Por ejemplo, yo digo a menudo durante la práctica que cuando el compañero agarra fuertemente lo primero que hay que hacer es concentrarse mentalmente en poner todo tu ser dentro del agarre. Cuanto más fuerte el agarre, más profundo uno entre en él. No es correcto tratar de hacer la técnica solamente con los dedos, la muñeca o el brazo. Uno debe tomar el centro del compañero con el propio, una clase de interacción que de forma natural permite sentir la dirección de la fuerza y energía del compañero, Un practicante europeo me dijo una vez: “Todos los Shihan  están siempre diciendo que no use la fuerza, pero luego parece que ellos ponen mucha fuerza en sus técnicas. Ud. es el único que hace la técnica sin usar ningún tipo de fuerza aparente. “Me sentí satisfecho al escuchar esto porque confirma que mi forma de encarar el Aikido no es equivocada.
P: ¿Qué piensa del entrenamiento con la espada?
E: Bueno últimamente pienso que podría ser necesario practicar por lo menos suburi, incluso aunque uno no llegue tan lejos como a enfrentarse con un compañero.
Con respecto a mí, todavía hay algunas cosas que no entiendo del Taijutsu (técnicas con manos vacías). Aún tengo mucho que hacer en términos de mejorar mi Taijutsu y por lo tanto no me siento atraído a hacer mucho con la espada todavía, esperaré a ser un poco más viejo para hacer un poco de akin con jo y ken (como hizo O’Sensei en los últimos años). En ese momento me gustaría comenzar a plantearme que significa enfrentar a alguien armado.
P: ¿Cuándo comenzó a viajar al extranjero?
E: Mi primer viaje al extranjero fue cuando acompañé a Doshu en su visita al Sudeste Asiático. Tenía entonces 29 o 30 años. Comencé a viajar a Francia regularmente hace 15 o 16 años y, a Finlandia y Suecia hace como 11.
Un practicante europeo de mis clases en HombuDojo, me hablo hace algún tiempo de lo impresionado que estaba con mi forma de practicar. Deseaba invitarme a enseñar en su país, pero sentía que podía ser delicado ya que él practicaba allí con otro profesor. Después de pensarlo durante algún tiempo decidí que no tenía nada de malo después de todo. Hoy por hoy son cada vez más las personas que me piden seminarios. Viajar al extranjero no es siempre fácil, por supuesto, Por ejemplo, la barrera del lenguaje es siempre un desafío. Tatar de comunicarte en inglés fue una prueba para mí. Durante mis visitas me encuentro bombardeado con tatas preguntas que cuando me voy a la cama, no puedo saber si estoy despierto o dormido porque el inglés da vueltas y vueltas en mi cabeza. Sé que necesito aprender más inglés, así que empecé a estudiarlo de a poco. Disfruto viajar al extranjero, y su pudiese mejorar mi inglés, tal vez me gustaría pasar allí más tiempo.
P: ¿En el extranjero encuentra personas que intentan probarlo a Ud. y a su “perspectiva”?
E: Esa clase de cosas pasan no sólo en el extranjero sino también aquí en Japón. A las personas que quieren probarme, siempre les dejo tomar un fuerte agarre antes de hacer nada. Mis brazos no son muy grandes y no soy particularmente fuerte, además mi técnica aparentemente no usa fuerza, por lo tanto mucha gente cree que no me será posible hacer nada si me sujetan con fuerza. A menudo se sorprenden cuando notan algo diferente a lo que esperaban.
P: Algunos dicen que aikido es fundamentalmente Taijutsu (técnica de manos vacias) y que el entrenamiento con boken y yo es una actividad complementaria que debe ser practicada sólo ocasionalmente. Por otra parte, otros sostienen que la práctica con boken es imprescindible, ya que los movimientos de Aikido están basados en los movimientos de la espada. Mientras que algunos dojos no utilizan ken y jo en absoluto, otros ponen el acento en su práctica. Desde su punto de vista, ¿qué lugar ocupa la práctica con armas en Aikido?
E: Pienso que es importante que aquellos que tienen la posibilidad practiquen con jo y boken regularmente, y no sólo como complemento de su técnica.
Personalmente pienso que es necesario entrenar con las armas; pero por el momento mi interés está en las técnicas de Aikido.
Cuando suelo practicar con boken o jo, pienso en los principios de las técnicas de Aikido, y cuando practico Aikido pienso en los movimientos de boken y jo. En este sentido, mi entrenamiento con armas es complementario.
P: ¿Cuál es el significado de una técnica como ikkyo y qué método utiliza para su desarrollo?
E: Creo que es muy importante comprender en profundidad aquellas técnicas requeridas para 5º kyu: Shomenuchiikkuyo, Shomenuchiiriminague, katatedorishihonague y suwariwazakokyuho.
Dependiendo de tu aproximación al entrenamiento, estas técnicas pueden enseñarte mucho sobre el momento de contacto (de-ai), el movimiento corporal (sabaki), deseguilibrio (kusushi), los intervalos (tanto en tiempo: hyoshi, como en distancia: ma-ai)  el desarrollo del ki (energía vital o espiritual).
Sobre Ikkyo en particular, mi única recomendación es la de moverse con el sentimiento de darle la bienvenida al ataque del oponente.
P: El método de enseñanza que a menudo se utiliza en Aikido consiste en que el instructor muestre una técnica y los alumnos practiquen entre ellos. Esta forma de enseñar brinda el estudiante pocas oportunidades de aprender en forma directa del profesor. Si además, éste resulta ser principiante se encontrará completamente perdido. Muchas personas están disconformes con este tipo de entrenamiento en el que no se da lugar a las preguntas directas.
¿Cree Ud. que esto es algo que debe aceptarse como parte de la práctica o es algo que debería modificarlo?
E: En HombuDojo el tamaño del propio dojo y la cantidad de personas que practican hace realmente difícil escuchar explicaciones o hacer preguntas, lo único que recomiendo en estos casos es concurrir a la clase que uno está interesado y practicar lo más cerca posible del profesor.
P: ¿Qué espera para el futuro?
E: Bueno me parece que los dojos en Japón hoy en día no tienen la atmósfera que se merece el término “dojo”. Muchos son solo espacios rentados en los gimnasios públicos y en centros culturales. Desafortunadamente estos lugares no conducen al desarrollo de verdaderas relaciones
“de corazón a corazón” entre el alumno y el profesor. Soy afortunado al poder entrenar con diferentes personas, y tanto aquí en Japón como en el extranjero; y el poder hablar con ellos de O’Sensei y el Aikido siempre me lleva a enfrentar mi relativa inmadurez enel arte. Es por esto que durante mucho tiempo desee para un dojo un ambiente que haga posible unentrenamiento más constante y deliberado. En el pasado mes de abril,  gracias al apoyo de Doshu y otras personas, puede finalmente concretar mi dojo propio.
Estoy profundamente agradecido a Doshu por permitirme desarrollar mi Aikido en forma tan indulgente durante estos 30 años. Trato de hacer del nuevo dojo un lugar donde la gente que realmente quiere desarrollar seriamente el Aikido pueda practicar libremente.

martes, 17 de julio de 2012

AIKIDO, entrevista a Seishiro Endo Shihan


Primera Parte

“Involucrándose con el aikido en la Universidad, Seishiro Endo decidió no entrar al mundo real del asalariado japonés y hacerlo si, al Aikikai como instructor profesional. Aplico su considerable talento al desarrollo de su propio estilo de Aikido. El cual se caracteriza por no usar la fuerza. Además comparte sus descubrimientos con estudiantes de todas partes del mundo”

Periodista: ¿Cómo comenzó con el Aikido?
Endo: Antes de empezar, no sabía nada de este arte. Fue en abril de 1963 poco tiempo desués de entrar en la Universidad de Gakusuin. Yo estaba oxidando el recinto dela Universidad cuando uno de mis compañeros me preguntó si me gustaría acercarme al Aikido Club de la Universidad. Bajamos al dojo y empecé ese mismo día. Me hicieron hacer shikko y alrededor de 200 flexiones de piernas (sentadillas). Yo había hecho algo de judo en la secundaria, así que no estaba muy fuera de forma, pero en verdad no estaba preparado para las 200 flexiones. Recuerdo vívidamente que mis piernas rehusaban a moverse cuando traté de subir la escalera de la estación de trenes, más tarde ese mismo día.
P: ¿Aquel club de Aikido era reconocido por la Universidad?
E: No, era visto como una agrupación informal. La Universidad de Gakusuiri es una escuela relativamente antigua, con gran sentido de la tradición, así que fue siempre difícil para los nuevos clubes obtener el reconocimiento. Primero debía demostrar su seriedad y prosperidad a través de su antigüedad. El club no fue reconocido “semi-formalmente” hasta después de 3 años, cuando me convertí en el 4º director a cargo; y llevó otros 10 años el que se convirtiera en un club oficial. En total tomó cerca de 20 años el adquirir el status de agrupación hecha y derecha.
P: ¿Quiénes eran los instructores en ese momento?
E: El primer Shihan que nos enseñó fue Hiroshi Tada, pero partió hacia Italia en septiembre de mi segundo año. Fue reemplazado por Mitsunari Kanai que nos enseñó cerca de un año y luego por Yasuo Kobayashi durante 6 meses. Después de graduarme y entrar en Aikikai fui designado yo para enseñar.
P: Tengo entendido que después de estudiar 4 años en la Universidad, Ud. decidió no entrar a formar parte de los asalariados y se convirtió en profesional del Aikido.
E: Los estudiantes japoneses generalmente comienzan a buscar trabajo en junio del último año de estudio. Para principios de julio la mayoría de la gente ya se decidió por un puesto. Cuando me llegó el turno, tenía sensaciones muy confusas acerca de lo que quería hacer. Recuerdo el primer día que llegue a Tokio desde mi pueblo natal en Nagano. Viajaba en el Yamanote Line alrededor de la ciudad desde Ueno y a través de la ventana pude ver el racimo de altos edificios de oficina mientras atravesaba Tokio Central, Yuracucho y Shimbashi. Recuerdo hacer pensado: “Bueno, supongo que tendré que trabajar en uno de esos edificios algún día…” Sin embargo, cuanto más practicaba Aikido, más me fascinaba, así que cuando me llegó el tiempo de encontrar trabajo, sufrí mucho decidiendo qué hacer con mi vida. Había recibido una oferta informal de trabajo, pero después de pensármelo algún tiempo decidí dedicarme al Aikido.
P: Es necesario mucho coraje para renunciar a una prometedora carrera siendo un recién graduado, especialmente aquí en Japón.
E: Ud. debería recordar que alrededor de 1960 la economía japonesa comenzó a salir adelante. Yo me gradué en medio de esa prosperidad, en 1967, así que había muchas oportunidades en las grandes empresas, incluso para alguien como yo. Debo admitirlo, no estudié demasiado en la universidad, sin embargo durante el período de exámenes de ingreso tuve que estudiar bastante, y me convertí así, en un ávido lector.
Cuando conseguía ir a clase comenzaba a quedarme dormido luego de 10 minutos. De hecho creo que dormí en la mayoría de las clases. El resto del tiempo me la pasaba leyendo.
A la hora del almuerzo iba a la cafetería y luego volvía a la biblioteca a leer. A las 2 pm huía hacia la clase de las 3 en Hombu Dojo, luego volvía y practicaba aikido en la universidad.
P: Parece haber pasado mucho tiempo en la escuela, pero dudo que haya sido un buen estudiante.
E: Es probable que haya pasado mucho tiempo allí, porque no tenía a donde ir. Durante mi primer año decidí que si era capaz de aprobar 8 de las 14 clases, pondría un poco de esfuerzo en el estudio. Si bien, sabía que necesitaba buenas calificaciones para conseguir un empleo, sólo tengo una “A”, pero imaginaba que sí entrenaba tan duro como pudiera en Aikido, podría atraer un futuro empleo. Fue un poco ingenuo, y sobre todo fue una optimista forma de ver las cosas.
P: Parece que Ud. tenía sus propias prioridades y ambiciones.
E: Creo que podría decir que tenía la mira puesta en mis sueños. La gente a menudo me decía que era un soñador. Me preguntaban porque elegía hacer algo tan inusual e inconexo como Aikido, cuando perfectamente podía obtener un “trabajo respetable”. Pero yo pensaba que trabajar duro en Aikido era algo digno en sí mismo. Sin embargo pensé que incluso sí las cosas no marchaban a la perfección, todavía estaría dispuesto a hacer el esfuerzo por mejorar, aunque fuera sólo un poco; así que puse mi corazón y alma en mí entrenamiento. Para darme fuerza solía tener presente canciones que trataban de la autorrealización y decían cosas como: “Mis ropas serán pobres pero mi corazón es de oro”.
P: Probablemente Ud. tenga 10 veces más libertad de la que ellos tienen.
E: Sin duda.
P: ¿Cuál fue su impresión cuando conoció a O’Sensei?
E: Bueno, es algo bastante difícil de describir. No puedo decir que me dio la Impresión de gran fuerza o algo así. Por supuesto, sus ojos perforaban cuando hacía las técnicas, pero en general me parecía más un simpático y amigable anciano.
P: ¿Todavía estudiaba en la Universidad cuando lo conoció?
E: Lo vi por primera vez durante el segundo año de la Universidad, cuando comencé a ir al Hombu, Nunca hablé con él hasta julio de mi último año, o sea cuando tomé la decisión de enrolarme al Aikikai. Mi padre me acompañó para dar el aval de mi conducta a Kisshomaru Sensei, y en ese momento tuve la oportunidad de hablar con O’Sensei por primera vez. Recuerdo que una vez O’Sensei estaba explicando algo y me dijo que tratar de empujar sus rodillas de costado. Estaba asombrado de lo suave que se sentía. Pero era suave de manera que lo desafiaba a uno a empujar, dando la sensación de que si empujaba más fuerte, caería en un vacío. Esta suavidad tan peculiar me dejó una fuerte impresión. Otra vez, cuando todos se habían ido del dojo tomé ukemi de O’Sensei cuando hizo una demostración a unos periodistas. Mostraba una técnica similar a Suwari Waza Kokyuho, pero cuando me moví para tratar de agarrar sus brazos, todo lo que sentí fue haber golpeado contra una enorme roca y salí volando.
P: ¿Cómo era ser un Uchi  Deshi en esa época?
E: Bueno, realmente no era gran cosa (risas). Practicábamos de 6:30 a 9:00 de la mañana, por supuesto, pero luego yo hacía otras cosas como ir a la playa en Enoshima con otros practicantes. Por otro lado no había muchos lugares para poder enseñar, así que teníamos libertad para hacer otro tipo de cosas.
P: Debe tener alguna anécdota de aquellos días.
E: Si. Ahora, los seminarios de la universidad duran sólo unos días, pero en aquellos tiempos duraban una semana completa. Por otro lado, no trabajábamos. Creo que en aquella época había mayor libertad individual. Por supuesto yo cumplía con mi cuota de entrenamiento. Una parte importante de él era la limpieza del dojo cada mañana después  de la práctica. Nadie me lo ordenaba, sólo tenía ganas de hacerlo. Limpiaba los baños todos los días. Todo estaba tan limpio que se hubiera podido comer allí. El dojo está envejeciendo ahora, así que es inevitable que se vea un poco sucio, pero los baños es algo que se puede mantener inmaculado si se da el tiempo necesario para la limpieza. Me sorprende que actualmente esa clase de cosas sea menos importante que la práctica. De todos modos para mí fue una excelente experiencia. Entre nosotros existe la expresión “Acumular la virtud oculta” (Intoku Wo Tsumu), que hace referencia al perfeccionamiento personal por medio de poner buena voluntad en tareas no gratas. Creo que ese tipo de austeridad fue un importante aspecto de mi entrenamiento.
P: Ud. Mencionó que era un ávido lector. ¿Hay alguna obra en particular que considere su favorita?
E: Hay tantos libros que realmente me gustan que me sería difícil escoger alguno. Cuando era joven, por los 20 creo, leí muchos libros sobre Budismo Zen, particularmente la secta Rinzai. Más tarde comencé a leer también la secta Soto. En realidad debo admitir que si bien es cierto que mi lectura cubre un amplio espectro, no puedo decir que soy versado en ningún tema en particular. “El que mucho abarca poco aprieta” como se dice. Sólo soy un adicto a la lectura. No estoy tranquilo a menos que tenga algo cerca para leer. Siempre llevo un libro encima, incluso si es pesado, o no tengo tiempo para leerlo. En estos momentos estoy leyendo algo de Tempu Nakamura.
P: ¿Cuándo se sintió interesado por Tempu Nakamura? ¿Fue en su juventud?
E: A menudo escuchaba hablar de él a mi Sempai, quien había ido de visita al Tempukai. Aparte de eso, no sabía mucho de él.
P: ¿Hubo en la época de su entrada al Aikikai, algún Shihan que lo haya impresionado particularmente?
E: Koichi Tohei fue probablemente el que más me impresionó. Además de ser el mayor, tenía una fuerte personalidad. Osava Sensei fue otro. Pero tiempo después de ingresar, él me tomó bajo su protección, y me hablaba sobre el Aikido y la vida en general, hoy por hoy soy una de esas personas que dice estar profundamente agradecido a Osawa Sensei. Por otro lado, en aquel entonces, los maestros de Hombu eran relativamente jóvenes y tanto estudiantes como profesores entrenábamos enérgicamente, así que me resulta difícil escoger a uno que haya influenciado en mí más que el resto.

continuará ,,,,

lunes, 16 de julio de 2012

AIKIDO, Taller de defensa personal femenino

La Asociación Sudamericana de Aikido Córdoba a través de los profesores Nicolás Coll y Daniel Demonte junto a sus colaboradores dictaron el Taller de defensa personal Femenino que se realizó con mucho éxito en las instalaciones del Ergo Club sucursal A.C.V donde funciona el dojo de la Asociación, el día sábado 14 de Julio. Cabe destacar la activa participación de las mujeres que participaron en dicho taller.

domingo, 15 de julio de 2012

AIKIDO, Katate Dori Ikkyo por Shihonage. Donovan Waite Shihan

Interesante variación en la ejecución de Ikkyo, por parte de Donovan Waite Shihan


AIKIDO, Entrevista a Tsuruzo Miyamoto Shihan


 7º Dan Shihan – Instructor de Hombu Dojo. 
Nace el 30 de marzo de 1953 en la isla de Kyushu (al suroeste de Japón). Empieza a practicar Aikido en 1971 en Fukuoka, bajo la instruccion de Suganuma Morito Shihan. Al acabar su carrera universitaria en Kyushu Construction Engineering University, le pidió a Suganuma Sensei permiso para entrar de uchi-deshi (alumno interno) en el Hombu Dojo y fue aceptado en abril de 1975 por Ueshiba Kisshomaru Doshu. Se le otorgo el 7º Dan en enero de 1998. Es Shihan del Hombu Dojo donde imparte clases, también enseña en las universidades de las ciudades de Okayama y Kawasaki e imparte seminarios por todo el mundo (Francia, Alemania, Bélgica, Holanda, Israel, Rusia, USA, España,Brasil, Argentina, etc.)

 Entrevistador: Asoc. Cultural Feilen Aikido con la colaboración de la Stra. Maho Somekawa .

 ¿Por qué empezó a practicar Aikido? (¿Qué le llevo a la práctica del Aikido?)
T. Miyamoto Sensei: Provengo de la ciudad de Fukuoka, provincia de Kyushu al sur de Japón. En Fukuoka es muy común practicar Kendo, Judo, Kárate etc. En la secundaria practiqué un poco de Judo y una vez en la universidad busqué exhaustivamente un Dojo para practicar Aikido. No sabía exactamente cómo era el Aikido pero estaba interesado y busqué un sitio para mirar una clase. Me cautivó la personalidad de Suganuma Sensei y me quedé a practicar hasta entrar como Uchi Deshi en el Hombu Dojo.
¿Podría contarnos algo sobre su experiencia como Uchi Deshi en Hombu Dojo?
T. Miyamoto Sensei: Entré con 22 años, me levantaba a las 5:00 am, limpiabamos y a las 6:30 practicábamos con Doshu Kishomaru Ueshiba. Durante estos 4 años en Hombu sólo entrenaba, comía y dormía pero era muy divertido. (Fue una época dura pero disfruté muchísimo). Por las noches siempre íbamos a tomar algo lo cual dificultaba el levantarse tan pronto pero teníamos que hacerlo. “Risas”. El primer año estuve con Shibata Sensei (uno de mis Sempais), el segundo año estuve solo y el tercero y cuarto fuimos dos Uchi Deshis. Trabajé arduamente aquellos años.
¿Qué profesores (maestros) han influenciado su Aikido?
T. Miyamoto Sensei:   El Doshu Kishomaru Ueshiba, los Senseis, los Sempais  …,todos.
¿Qué nos podría contar sobre Kishomaru Ueshiba Sensei?
T. Miyamoto Sensei: Kishomaru Ueshiba Sensei era muy estricto, era un hombre de pocas palabras pero me reñía mucho. “risas” Cuando su estado de salud era bueno me llevó alguna vez a tomar algo después del entreno.
 ¿Cuál es el papel actual de Hombu Dojo en el Desarrollo del Aikido a nivel mundial?
T. Miyamoto sensei: Es la base de todo, el punto de origen.  Hombu Dojo debe ser el punto de referencia técnica del Aikido, y digo debe porque obviamente lo es pero no de forma suficiente. No tiene la fuerza que tendría que tener. Las nuevas generaciones no conocen a O’Sensei y esto es una gran pérdida de información tanto a nivel técnico como espiritual. Debería ser el punto de origen desde el cual los Maestros difundieran el Aikido.
¿A través de sus múltiples seminarios alrededor del mundo, ha notado alguna diferencia en términos de actitud y/o nivel técnico entre occidentales y japoneses?
T. Miyamoto Sensei: El “ser japonés o no” no influye en términos de nivel. Los aikidokas extranjeros están estudiando un arte marcial que viene de una cultura diferente a la suya, también tienen más dificultad para acceder a los Maestros y los Dojos. Debido a estas dificultades el occidental se esfuerza más, le pone más ganas y saca mucho provecho de los cursos, de las oportunidades de aprender, se aplican más. Para el japonés es algo natural, es parte de su cultura, de su día a día y se lo toma de una manera más relajada.
¿En qué hace más énfasis cuando enseña a gente extranjera?
T. Miyamoto Sensei: El contenido es el mismo que cuando enseño en Japón. Debido a la barrera idiomática enseñó a través del gesto. Intento que sea lo más limpio, claro, conciso. Intento mostrar las técnicas lo más claro posible, sin adornos. Incluso cuando hablo no doy muchas explicaciones, mi forma de enseñanza es muy visual. 
¿Qué es lo más importante en la práctica del Aikido?
T. Miyamoto Sensei: El entrenamiento, a diferencia de otras artes marciales no es un combate sino que se trata de crear/desarrollar la técnica entre las dos personas. De animarse mutuamente, de buscarle el punto débil al otro para que este se esfuerce  y mejore, en definitiva un trabajo en común.
¿Qué espera de sus estudiantes?
T. Miyamoto sensei: Tengo un modo/forma de hacer Aikido que a veces no entienden los estudiantes. Los estudiantes no llegan a percibir lo que quiero enseñar. Por ejemplo: En Ikkyo puedes fijarte en el trabajo de las manos, los pies, el cuerpo… Cada semana intento que la gente se fije en una cosa para al final (de dos, tres semanas…un mes)  llegar a construir la técnica. Tal vez el Ikkyo de ahora es diferente al Ikkyo de hace unos años. Tienes que ir pensando en las técnicas y de forma natural ir avanzando por esto el Aikido es tan interesante porque nunca cesas de evolucionar. A veces los alumnos tienen una fijación tipo “esta técnica se hace así y punto” Espero que mis alumnos tengan una mente abierta que tengan la capacidad de cambiar con él.  Teniendo la mente abierta puedes descubrir siempre más. Espero de mis estudiantes que tengan esta flexibilidad mental para ir cambiando y evolucionando conmigo.
¿Cómo ve el futuro del Aikido en el mundo tanto a nivel técnico como espiritual?
T. Miyamoto Sensei: Al expandirse tanto ya que el Aikido tiene una difusión muy grande, está claro que la calidad va a ir en declive. Es tarea de los Maestros dejar unas directrices claras para evitar que el Aikido se vaya diluyendo. La época actual  y la época en que el Aikido fue creado son muy diferentes a muchos niveles y también espiritualmente. La forma de vivir es muy diferente, antes se trabajaba básicamente con las manos (el campo, los artesanos, etc..) ahora todo está mecanizado.  Por mucho que cambie la sociedad las ideas y preceptos de O’Sensei no  pueden cambiar pero la técnica puede cambiar y evolucionar.
¿Ha pensado alguna vez en el futuro de mudarse a otro país para enseñar Aikido como lo hicieron otros Shihanes?
T. Miyamoto Sensei: ¡Qué va! Ya no puedo, ya no tengo edad….es demasiado tarde. Shibata Sensei se fue con 40 años a los EE UU y admiro esta decisión. El que decide irse al extranjero lo suele hacer antes de los 30.
¿Qué significa Budo para usted?
T. Miyamoto Sensei: El ser mejor persona, el evolucionar como persona. Se trate de un pintor, de un cocinero, etc…lo que busca es la evolución personal. Siempre intentar estar en primera línea, trabajar la propia persona, esforzarse. Cuando llegas a decir de corazón las cosas más sencillas como: hola, gracias, onegaishimasu, etc. . esto es lo más importante. Lo más sencillo, lo más cotidiano es lo más difícil. Qué más da si sabes hacer muy bien Ikkyo si no llegas a ser una persona completa. Estás son la personas que realmente avanzan, las que tienen algo interno, una disposición, un desarrollo interno. Si el Aikido, por lo menos, ayuda al desarrollo personal creo que ya ha cumplido su misión.
¿Cuál es su experiencia cuando enseña en Europa y más concretamente en Barcelona?
T. Miyamoto Sensei: Estoy muy satisfecho de mi experiencia en Europa y me siento muy a gusto enseñando en Barcelona.
“Creemos que Miyamoto Sensei sintió la necesidad de transmitir un mensaje y quiso concluir con estas palabras:”
Hay muchas cosas que se pueden hacer en vez de pagar para sudar. “risas”. El sudar y esforzarse es muy importante, el ir haciendo las técnicas suyas a base de trabajo, de esfuerzo. Por supuesto el leer, aprender también es importante pero la parte física es igual de importante. En  la sociedad que vivimos en lo que todo está mecanizado hay como una vuelta al esfuerzo físico, al sudar, al hacer algo con las manos para el desarrollo de la persona. Ahora hay más necesidad que nunca. Cierto es que algunas veces cuesta ir al Dojo, estás cansado, llueve, etc.. pero es necesario tener disciplina. La verdad es que al salir del entreno sales satisfecho, con ganas de volver, la sensación de regreso es fantástica. Todas las Artes Marciales son extraordinarias pero el Aikido tal vez, dependiendo de cómo se practique, puede aún ser más extraordinario.

AIKIDO, Entrevista a Bruno González Sensei

Gran experto y seguido por la calidad de los cursos que dirige, Bruno González, 5 º Dan, miembro de la Escuela Técnica Superior de FFAAA, nos recuerda los méritos de su enseñanza, tal como la ha recibido de su Sensei Christian Tissier.
 
¿Cuándo usted oye la palabra Aikido qué viene inmediatamente a su mente?
La palabra arte: libertad dentro de una estructura.
El aïkidoka, como el artista, es un artesano busca, avanzando, que intenta sin cesar concientizar su práctica para una mejor comprensión de los principios que lo regulan y, eso, para acercarse de un ideal de comunicación: la actitud exactamente en el momento justo. 
¿Usted hace referencia a un sensei en particular?
Christian Tissier, por la idea que se ha mencionado anteriormente. Bertold Brecht decía: "Quién no está dispuesto a estudiar no debe enseñar, el maestro debe enseñar el estudio." En otras palabras, Es decir, es lo que buscamos lo que enseñamos mejor: Christian Tissier es un investigador.
¿Se ha acordado que el Dojo es el lugar privilegiado de Aikido, que debe aportar el practicante?
Bien depende del enfoque de cada uno. Con respecto a la visión que tengo de la formación, es claro para mí que el dojo es un lugar de requisitos. Y el compromiso, la perseverancia parecen ser las primeras cualidades  que el practicante debe aportar. La cualidad de escuchar, la confianza en su maestro (que hemos elegido como guía) son esenciales, ya que puede suceder que uno no comprenda la enseñanza, por otra parte, lo comprendemos en tanto  no se haya hecho una experiencia sensible, un “saber hacer”.
Por fin el alumno tiene una responsabilidad inmensa en su curso a largo plazo, se siente en el deber seguir siendo activo es decir: hacer en clase, a través de sus experimentaciones, sus cuestionamientos, de redescubrir la enseñanza que va siguiendo: volverse a su vez un investigador.
Es decir, reflexionar su práctica para apropiarse de esta enseñanza. Sólo enunciar esto genera una evidente confusión, pero al ponerlo en práctica es mucho menor. A veces puede ocurrir que uno tiene la sensación de descubrir (sacar a la luz) una técnica, un principio...por primera vez, a pesar de  que el profesor ya la viniera demostrando por diez años.
Un famoso actor de kabuki, dijo: "Puedo enseñarles el código gestual que significa “observar la luna”, yo puedo enseñarles este movimiento hasta el final de su dedo señalando hacia el cielo, más del final del dedo a la luna, es su responsabilidad".
¿Qué referencias al fundador del Aikido, Morihei Ueshiba, debemos mantener?
"Uno escucha a la tradición que no está a la zaga del pasado, sino en la meditación el presente" Heidegger.
(nota de Jieshi Shan: El pensamiento rememorante  ( Andeken ) de Martin Heidegger, la manera en que la tradición sea necesariamente aquello que se comprende e interpreta rememorando)
 
La noción de respeto es muy fuerte en el Aikido, ¿cómo se entiende? ¿Cómo se traduce a la práctica? El respeto es una actitud de apertura, la capacidad de escuchar, con frecuencia  también se ve obstaculizada por nuestros propios miedos, nuestras propias creencias. El objetivo de nuestro trabajo es eliminar esos temores... para conseguir la libertad. En concreto, se está intentando, a través de la práctica, la comunicación para educar a los demás. En este sentido, la práctica nos debe hacer más respetuoso.
¿Por qué es que la ausencia de competición es reivindicada en Aïkido?
La competencia se define generalmente por la dualidad, el resultado con su parte de los efectos viciosos, pero no se olvide de sus efectos virtuosos. En primer lugar en una práctica intensiva existen fases de aprendizaje a las cuales se tiene que desarrollar su cuerpo, su determinación, su confianza… tanto para uke como para tori (nuestra futura potencialidad marcial, la credibilidad, la
experiencia…)
Todos sabemos que las relaciones de dualidad existen entre los practicantes en estos períodos. Se intenta en efecto, cuanto más o menos, imponer su práctica con la idea, por lo tanto, de un determinado resultado. Son inevitables porque nuestro estudio se basa en situaciones de conflicto.
A un determinado nivel, normalmente, se ve  bastante rápidamente los límites tanto a nivel físico como sobre el plan mismo de la  puesta en perspectiva de la práctica (ésta que está regulada entre otras cosas por este principio antropológico: el principio de economía, de simplificación que tiende  el hombre que debe optimizarse sus acciones con un mínimo de esfuerzo).
También están las graduaciones obtenidas en un curso  con un resultado clave: la obtención o no del grado. Es un término que motiva a una preparación, a menudo fructífera, ya que entonces deja fuera la actitud del estudiante que tiende a realizar una mímica, a menudo exhibida en el seguimiento de un curso. Esto es, en efecto, en mi opinión, su principal interés. (Las graduaciones responden también, por supuesto, a una necesidad de organización de un sistema federal...)
En resumen, los conceptos de dualidad existen en la práctica. Todo esto es tener una verdadera conciencia real, saber qué hacer para evitar los efectos adversos (problema de ego...) que distorsionan nuestro enfoque.
Me parece a mí, por ejemplo, que la práctica de Aikido es principalmente un proceso donde la noción de resultado es a la vez subjetiva y relativa. Lo importante es el proceso, las vías y la responsabilidad que tenemos para mantenerse activo (con grado o no grado). No veo actualmente qué modalidad de competición en Aïkido podría, además de la realidad de la práctica que nosotros ya conozcamos, servir a nuestras ambiciones. Sin embargo, una introducción práctica a la competencia (boxeo, etc.) Pueden participar para enriquecer nuestro camino del Aikido, todo depende de lo que hacemos.
¿De qué manera el combate con sable que está presente en su práctica de Aikido?
La práctica del sable, es  el espíritu de decisión, la determinación, el control: la intención, la acción en el estado puro. Estudiar el ken es desarrollarse en estas cualidades.
Es, a mi juicio, lo que da a la práctica del Aïkido una gran parte de su potencialidad marcial y de comunicación (la sanción potencial y por la misma la generosidad clemente: el control).
O bien nos encontramos con la acción o que la credibilidad es un factor de la comunicación en el sentido de que contiene la naturaleza de la respuesta que debe adoptar el compañero. Uke tiene la facultad de aceptar más o menos conscientemente el fin propuesto.
El trabajo consiste en desarrollar sistemáticamente  una técnica de construcción (forma), lleno de intenciones (el fondo), que funciona independientemente del nivel de percepción de uke y más allá de los códigos. En el estudio, cuanto más el movimiento se extiende a lo largo del tiempo, más
entonces se requiere una mayor comunicación. El reto de una buena comunicación consiste en enviar una intención clara (perceptible), creíble y en estar suficientemente disponible para percibirlo.
El Aikido es un conjunto infinito de técnicas. ¿Cuál parecería ser la más fundamental? 
Y deben practicarlas incansablemente el practicante? Todo es relativo, se puede considerar que una técnica, al menos su enfoque, es fundamental a partir del momento en que es pertinente  para su progresión, y eso, cualquiera que sea su nivel .En  primer lugar, por ejemplo, el trabajo de la construcción es fundamental, y es quizás el menos "adquirido". Con la experiencia y la desaparición de algunos temores, las prioridades de una acción cambian cuantitativa y cualitativamente, liberando así el espíritu que no se cristaliza ya más sobre esas dudas.
No obstante, todo es perfectible, los estudios del movimiento, o la construcción o aplicaciones, de una manera tal que es lo que hacemos con la técnica (Nuestra relación con la técnica) es fundamental.
Es cierto que al principio del aprendizaje tenemos a nuestra disposición una gama muy amplia de técnicas ofreciendo un amplio campo de experimentación y un montón de diferentes limitaciones para resolver ...  Sin embargo, se puede considerar que a un determinado nivel este abanico se estrecha ya que tenemos cada vez menos prioridades que administrar en la acción. Así las respuestas se simplifican para acercarse finalmente a las unas de los otros.
Por ejemplo, uno puede imaginar manejar el ataque yokomen uchi, shomen uchi, o un gancho, del mismo modo para ciertas acciones (ikkyo, etc .).  En resumen, lo que será una técnica será en un cierto nivel "más fundamental" que la otra es el número de principios que vamos a desarrollar, en conjunto, para ejecutarlo.
El fundador del Aikido, Morihei Ueshiba, colocaba el ki, la energía, en el centro del Aikido. ¿Cómo debemos entender?
Actualmente, tengo una modesta comprensión "científica". En pocas palabras, la energía es el resultado de fuerzas opuestas. Hablamos  de calidad de energía, dependiendo de la intensidad de las fuerzas, resistencias, obstáculos entran en juego. Lo que pone una fuerza en movimiento en nuestra práctica, es la intención, una acción del pensamiento por ejemplo: yo quiero levantar los brazos, etc. De manera simplificada y operativa, se puede hablar de intención para energía. Hay fases en las que el aprendizaje ha de desarrollar la energía.
El fisicoculturista, si quiere que su cuerpo cambie, debe desarrollar más energía, por lo tanto, la intención de levantar pesos más y más pesado, y así sucesivamente. Esta es la forma positiva (fabricación de experiencia, acumulación de técnicas, de potencia, por lo tanto de energía, etc.).
Más o menos paralelos, es la forma negativa (proceso de eliminación, simplificación), el principio de economía que nos hace tendiente a utilizar una energía mínima para obtener resultados óptimos. La idea es procurar que los conflictos, las prioridades de una acción disminuyan, la situación que se está proponiendo para uke sea aceptada con el fin de no hacer eco ni ampliar estos mismos conflictos, incluso para desactivarlos antes de que más o menos se hayan concretado.
Aquí es donde creo que está "dimensión filosófica" de ki, la energía, participa en el significado.
A menudo escuchamos acerca de la armonización de la energía... Específicamente, es desarrollar, entre otros, la capacidad de adaptación para asegurar la creación de una situación en la que las intenciones de Uke y Tori se opondrán lo menos que sea posible, en todo caso.
Comúnmente se habla del uso de la fuerza del compañero (su energía, por lo tanto su intención) para realizar el movimiento con el fin de desarrollar uno mismo un mínimo de energía, donde el principio de "no" de acción, no la oposición. En resumen: actitud exactamente en el momento justo podría traducirse finalmente exactamente en, energía en el momento justo.
Advertencia: puede ser tentador en la enseñanza colmar a veces, consciente o inconscientemente, una falta de conocimientos técnicos con un discurso abstracto, pseudo “mágico”: aconsejo abstenerse y hundirse en su “artesanía”.
La abstracción sigue siendo un concepto relativo que depende del nivel de conciencia de los unos y de los otros. Sin embargo, desde un punto de vista teórico y pedagógico es necesario intentar volver estos conceptos concretos, operativos y simples de transmitir. El mejor medio es precisamente nuestra práctica artesanal.
¿Básicamente, el Aikido es un budo es un bujutsu, un deporte de combate?
Es un viaje balizado por ciertos principios hacia un ideal de comunicación. Quién dice marcha, dice errores, cuestionamientos, experimentaciones, etc. Finalmente el Aïkido es lo que hacemos en el presente.
¿De qué manera el Aikido forma al ser humano?
En un primer momento, se prepara un material de calidad, y entonces como un escultor, que elimina lo superfluo.
E. Decroux y P. Claudel dijo, "Las artes son iguales en sus principios, pero no en sus obras", "El principio del gran arte es evitar estrictamente lo que es inútil".
Ud. que enseña en Francia y en el extranjero. ¿Qué mensaje desea dejar?
La importancia de un rigor técnico: una conciencia precisa de su técnica y esto cualesquiera que sean las formas.  ¿Cómo pueden corregirnos si no somos en gran parte conscientes de lo que hacemos?
Esta toma de conciencia favorece entre otras cosas el desarrollo de la visión. Las variaciones, las sutilezas que el profesor pone de manifiesto pueden hacer en nosotros aparecer así más claramente. Nuestras propias experimentaciones (variaciones) toman entonces más sentidos, ya que se vuelven conscientes pues “activas” y no el fruto de la casualidad, de “en general”.
A continuación, menciono a menudo este concepto de comunicación del que hablé anteriormente (intención y disponibilidad), con el fin de sacar el alumno de una práctica a veces un poco “mecanizada” y, o, muy cifrada, en quien una determinada forma de pasividad se instala fácilmente.
El código no debe substituirse o empobrecer la comunicación, debe al contrario darle un marco que le permite desarrollarse, enriquecerse al presente. La situación marcial dista mucho de ser una situación anodina, me parece importante de no trivializarla.
Por supuesto, soy el primero a quien envío estos mensajes.

Observaciones recogidas por Albert Wrach