Siempre que viajo dando seminarios, les pido a los participantes, sobre todo de más nivel, que estudien además de practicar intensamente. Les pido que lean a O'sensei, y que comprueben en que medida esas palabras se reflejan en su práctica. Cuando ejecutamos nuestros movimientos para mi es realmente importante qué transmitimos, qué sentimos, qué mensaje dejamos una vez terminado el encuentro entre tori y uke.
Siempre me queda la sensación que no tenemos fé en el mensaje que O sensei dejó. Creo que no tenemos la valentía suficiente para entregarnos a un mensaje de unidad, de paz, no violencia, amor, calma.
Nos es generalmente mucho más sencillo acudir al arquetipo samurai para enfocar nuestro camino marcial, estando mucho practicante de aikido, más influenciado por el pensamiento samurai y las "atractivas katanas" que por el pensamiento aiki.
No quiero que se me confunda, creo que en el pensamiento samurai hay una gran sabiduría encerrada, pero también creo que hay mucho anti-aiki en la cultura samurai. Es por esto,que considero que la aproximación desde el aikido hacia el mundo samurai, debería ser hacia aquellas ideas que van en la línea de pensamiento de O sensei, y en todo caso de enriquecimiento de las mismas.
En mis viajes encuentro muchos compañeros de práctica que realmente parecen samurais o la imagen que ha llegado a nosotros a través de los escritos. Caras serias,casi enfadadas,hombros prominentes, postura bastante rígida, y una presencia de "grandeza" marcial , poco natural, cuando andan, hablan...generalmente tienen prácticas rígidas, estáticas, dolorosas, de fuerza y de gran imposición sobre uke.
Cuando me encuentro personas así en el tatami les miro sonriendo, les trabajo con gran suavidad, a veces les digo que se relajen y se diviertan, gastándoles a veces alguna broma y mi sensación es que cuando salen de esa actitud, su aiki empieza a fluir mejor, y empezamos realmente a comunicarnos en una relación de igualdad y desarrollo mutuo.
Creo que O sensei redefinió el concepto marcial y el concepto de guerrero. Creo que debemos construir desde el aiki el nuevo ideal de "samurai" del siglo XXI.
Este ideal sería una imagen de calma mental, compasión, una postura relajada y llena de dignidad, con un centro fuerte y un pecho relajado, con un tacto firme y gentil, a la vez que una actitud flexible y llena de determinación. Un ser humano completo que desarrolla al máximo su potencialidad, "combatiendo" los enemigos internos y externos que se oponen a ese desarrollo.
O'sensei hablaba de armonía, de amor, de unión, del peor de los enemigos....nosotros mismos, de paz, de vida, de protección, de mundo espiritual....y todo ésto dentro de la vía marcial, de la vía del budo. A veces para interiorizar mejor este mensaje, ayuda acudir al estudio de otras disciplinas, espirituales, filosóficas, que nos ponen en resonancia con el propio mensaje de O sensei desde otras vibraciones no marciales, como también hacen otros grandes senseis de aikido y budo.
De manera que llamo a una auto-reflexión. Es éste (El Aikido) realmente el camino que quiero seguir?. Es este Do con el que me siento más identificado realmente?, o lo que hago es modificar el espíritu de este Do, para que se adapte más a mis necesidades o apetencias.
Uno de los maestros que más respeto y quiero como un hermano mayor es Pepe Jesús García 6 dan, estudiante y amigo de mi maestro Endo sensei por muchos años. Siempre que hablas con Pepe de Aikido, aflora detrás de cada palabra un convencimiento total de que éste es un camino de paz y de transformación interior. Ha escrito magníficos textos en torno a esta idea. Y su trabajo personal es constante en esta dirección en cada aspecto de su vida.
Creo que ser sensei de aikido y defender este mensaje , sobre todo dentro del tatami, requiere una gran valentía.
Mi maestro Endo Seishiro es también un auténtico paladín de estas ideas de O sensei. De hecho busca y estudia constantemente las palabras de O'sensei y de otros filósofos y maestros de otras disciplinas para enriquecer su aiki.
Una concepción de serenidad, paz, contacto gentil, sonrisa, dignidad, unión, colaboración, armonía, naturaleza...es la que define su práctica, y sinceramente cuando leo a O'sensei o veo alguna grabación de él, son conceptos que constantemente puedo sentir, detrás de cada palabra y de cada movimiento.
Por eso os invito a acompañarme en esta auto-reflexión sobre nuestro Do, pero sobre todo sobre nosotros mismos...guerreros del XVI o guerreros aiki del XXI?
Extraído de Evernote
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