El Hombre Libre
Un problema es que muchos instructores dicen a sus estudiantes “no vayan aquí”, “no vayan allí”, “quédense aquí”, “quédense conmigo si quieren aprender el verdadero Aikido”. Esto está muy mal. En cambio, deberíamos dejar libre a los estudiantes. Si alguien no está interesado en tu trabajo es inútil tratar de encerrarlo.
Yoshimitsu Yamada
Leo Tamaki: ¿Cree ud. que es necesario saber sobre la cultura japonesa
para poder entender Aikido?
Yamada Yoshimitsu: Pienso que no, pero es esencialmente una decisión
personal. Por supuesto que podría ser algo bueno, pero muy frecuentemente,
lleva a confusión. Frecuentemente veo gente intentando actuar demasiado como japoneses.
Yo no puedo ser francés, no es mi forma de pensar, y es imposible. Los
franceses tienen buen espíritu, los japoneses tienen buen espíritu y los
americanos tienen buen espíritu. Yo siempre digo “No traten de ser japoneses,
Uds. son americanos”. Los japoneses han aprendido a jugar baseball, una
tradición americana, pero no tenemos que ser americanos para hacerlo o
disfrutarlo. Quizás estoy equivocado pero es la forma en que veo las cosas.
Leo Tamaki: ¿Donde marca ud. los límites de lo qué es Aikido?
Yamada Yoshimitsu: Hmm…Esto es algo muy difícil. Qué es correcto? Qué está
mal? Tomen el ejemplo del Judo, la técnica ippon seoi nage, es realizada
básicamente de la misma forma, no importa quien la haga. Pero miren irimi nage
en Aikido, todo el mundo lo hace a su manera. Es por eso que es muy difícil. Tu
contextura, tu personalidad, todo entra en juego. Esta es una de las razones
por las que no podemos limitar Aikido y decir: “Esto es Aikido. Eso no lo es”.
Nadie tiene el derecho de juzgar alguien y decirle que lo que hace no es
Aikido. En cierto sentido, podemos considerar que aparte del fundador, nadie
sabe, y que solo estamos haciendo nuestra propia imitación, traducción de lo
que él hacía. Hasta donde yo sé, él hubiera sido el único con derecho a juzgar,
pero a él no le importaba definir fronteras. Él no era de juzgar.
Uno puede tener reservas acerca del nivel de
alguien, o no apreciar su trabajo. Uno puede decir, “No me gusta este estilo”,
o “Yo prefiero hacerlo diferentemente”. Todo el mundo tiene esta libertad. Pero
no podemos decir “eso no es Aikido”.
Un problema es que muchos instructores dicen
a sus estudiantes “no vayan aquí”, “no vayan allí”, “quédense aquí”, “quédense
conmigo si quieren aprender el verdadero Aikido”. Esto está muy mal. En cambio,
deberíamos dejar libre a los estudiantes. Si alguien no está interesado en tu
trabajo es inútil tratar de encerrarlo.
Habiendo dicho eso, y a pesar que yo pienso
que Aikido tiene expresiones que son muy personales, individuales, hay bases en
común. Todos tienen su personalidad y limitaciones, y basado en eso, expresaran
Aikido en su propia manera. Pero si un estudiante traspasa ciertos límites, es
mi deber hablar con él. Mi trabajo es similar a un director de orquesta, y una
clase es como una pieza musical; Yo no debo permitir a nadie desentonar. Es mi
trabajo y mi responsabilidad.
Leo Tamaki: Estoy impresionado por el número de estudiantes desde
hace mucho tiempo que siguen leales a ud.
Yamada Yoshimitsu: Estoy muy orgulloso de ellos. Pienso que en promedio,
tengo más alumnos que se quedan conmigo que la mayoría de otros dojos. No se la
razón exacta, probablemente tenga que ver con mi personalidad.
No me gusta cuando mis alumnos me copian, de
hecho lo odio. Uno no debería intentar convertir a los alumnos en clones de uno
mismo. Por supuesto ellos han aprendido las bases conmigo, pero a partir de ahí
es su responsabilidad expresarse ellos mismos. Yo pienso que mi secreto es
dejar que la gente sea libre, y aparte esa es la mentalidad de Nueva York!. Es
lo que amo de Nueva York.
Leo Tamaki: Muchos de ellos también enseñan, aquí o en otros lugares.
Yamada Yoshimitsu: Sí. Son todos diferentes y no me molesta. Durante las
clases quiero que todo el mundo practique con todo el mundo, y sin importar la
graduación, el que está enseñando es el jefe.
Tengo un alumno bastante antiguo, Harvey
Konisberg, tiene setenta y dos años. Él tiene su propia clase pero también
practica en la clase de otras personas. Es el ejemplo perfecto. Los otros
practicantes lo ven hacer eso y naturalmente tienden a hacer lo mismo. Entonces
yo no les digo a los alumnos lo que deberían hacer porque soy suficientemente
afortunado de tener muy buenos modelos a seguir.
Leo Tamaki: Desde la partida de los maestros Tamura y Sugano, parece
que ud. ha estado bastante ocupado.
Yamada Yoshimitsu: He estado ocupado en efecto. Yo estaba concentrándome en
el continente americano pero recientemente he tenido que hacer visitas más
frecuentes a Europa, no solo para enseñar, sino que también por razones
políticas desafortunadamente. Estas son responsabilidades adicionales que no
necesitaba, particularmente en Francia donde todo es tan complicado (risas)!
Acepté ayudar por la memoria de los maestros
Sugano y Tamura, pero no tengo ningún interés personal en el asunto. Yo no voy
a Europa a apoyar ninguna organización en particular; las luchas entre los
grupos no me interesan. Además, las quejas sobre estos temas no son
bienvenidas, pero esto es exactamente lo que pasa. No aprecio que me digan qué
debería hacer y qué no, porque soy libre!
Leo Tamaki: ¿Cuando vino por primera vez a EE.UU.?
Yamada Yoshimitsu: Deje Japón en el mismo año que Tamura, en 1964.
Leo Tamaki: ¿Cual era la situación de la época?
Yamada Yoshimitsu: En la costa Este no había una organización real. En el
lado Oeste era un poquito diferente porque Tohei Sensei había estado en Hawái.
Practicantes de Judo y Karate solían juntarse para estudiar Aikido y algunos ya
había estado en Japón. Yo quería ir a Nueva York pero en esa época, nadie tenía
dinero. Tuve que engañar a mi padre diciéndole que quería ir a la Universidad
de Columbia. Él acepto pagar y fue así como vine.
Inmediatamente, varias federaciones se me
acercaron. Fue tentador porque tenía hambre, pero al mismo tiempo era
independiente. Eventualmente les dije que prefería ser pobre pero
independiente. Creo que tome una buena decisión para mis alumnos.
Leo Tamaki: ¿El Aikikai no lo envió?
Yamada Yoshimitsu: Todo el mundo dice “Yo fui enviado por O Sensei” pero
esto es incorrecto (risas) . Por supuesto que pedimos permiso, porque en esa
época empezamos a recibir un salario, por lo que estábamos comprometidos con el
Aikikai. No hubiera sido correcto simplemente decir adiós pero la verdad es que
todos queríamos irnos al exterior!
Leo Tamaki: ¿Cúal fue la cosa más difícil para ud. cuando llegó a
EE.UU.?
Yamada Yoshimitsu: Técnicamente, fue enseñarle al uke a cooperar durante el
aprendizaje! Fue muy difícil a pesar de que no me sorprendía esta mentalidad
porque ya había conocido muchos militares americanos en bases donde yo enseñaba
en Japón.
Estuvo también el hecho que era una nueva
disciplina. La gente había leído acerca de ella, tenía toda una mitología
alrededor de las hazañas de O Sensei y en cierto sentido, hizo las cosas más
difíciles porque tenían expectativas muy específicas. Ellos habían forjado su
propia imagen de lo que era Aikido.
Leo Tamaki: Ud. tiene uchi-deshi en New York Aikikai, ¿como funciona
eso allí?
Yamada Yoshimitsu: Yo soy muy simple, mi puerta está abierta sin
restricciones, no hay graduación mínima y pueden quedarse todo lo que deseen.
En promedio son seis o siete y la duración de sus estadías varían. Los
extranjeros generalmente tienen visas por tres o seis meses. A menos que
cometan un crimen terrible, yo soy bastante relajado; es por eso que les gusta
quedarse aquí (risas). Ha habido probablemente más de mil personas que se han
quedado aquí como uchi-deshi.
Leo Tamaki: ¿Cuando empezó este sistema?
Yamada Yoshimitsu: Tan pronto abrí el dojo. Cuando llegue no tenía donde
quedarme, por lo que dormía en el vestuario del dojo pero incluso en esa época,
ya había un joven que vivía conmigo.
Leo Tamaki: ¿Qué opina sobre el sistema shu ra ri?
Yamada Yoshimitsu: La primera persona a quien escuche hablar acerca de eso
fue Okumura Sensei. Es un buen sistema; no tiene nada de malo. Cada periodo
toma diferente tiempo para diferentes personas; depende de la capacidad e
inversión de cada uno.
Leo Tamaki: ¿Cuales son, para ud., las diferencias entre budo,
bujutsu y kakutogi?
Yamada Yoshimitsu: A veces me pregunto en que categoría cae Aikido hoy en
día. Recientemente hubo un evento llamado Combat Games. Yo me siento
fuertemente en contra de la participación de la International Aikido Federation
(IAF) en este evento. Para mí no debería haber ni siquiera un tema de discusión
al respecto porque es obvio que no es lo que O Sensei hubiera querido. Esto no
es lo que nos transmitió.
Yo amo Judo, respeto su compromiso físico,
pero no estamos en la misma categoría. Además por supuesto podemos justificarlo
diciendo que no hay competencia en Aikido, y solo demostraciones. Para mi es
incluso peor porque cambia el enfoque a ser espectacular. Algunas de estas
personas están haciendo demostraciones con los ojos vendados! ¿Hasta donde
vamos a llegar en ese deseo de impresionar a otros? ¿Hasta proyecciones sin
contacto? En realidad, esta gente ya está compitiendo entre ellos. Y lo peor de
todo es que lo hacen de una manera cobarde, quieren saber quién es el mejor sin
correr el riesgo del combate.
Si realmente quieren hacer demostraciones,
organicen un evento dedicado a eso pero ¿por qué asociarse a una agrupación de
deportes de combate? Le hace daño a la disciplina y el público ve a los
practicantes de Aikido como cobardes. Aikido es un camino de desarrollo
personal y no está hecho para presumir.
Leo Tamaki: ¿Es, la más o menos abiertamente admitida introducción a
la competición, un tema que le preocupe?
Yamada Yoshimitsu: Sí, me preocupa por el futuro. Inicialmente, la gente que
permitió el desarrollo de Aikido venia de Judo, Karate. Estaban cansados de los
juegos competitivos y es el aspecto no competitivo de las cosas lo que los
atrajo hacia Aikido. Era una novedad y que tuvo gran influencia. Hoy en día los
recién llegados no siempre tienen esa mentalidad de esos pioneros…
Hay también otro problema. En algunos países,
el gobierno apoya financieramente Aikido. ¿Qué pasaría si empiezan a requerir
que se establezca un equipo nacional como en el fútbol? ¿Qué pasaría cuando
regresen de un evento como los Combat Games y les pregunten “¿Ganaron? ¿Donde
están los trofeos?? Si no regresan como ganadores la próxima vez no les daremos
más subsidios”.
Leo Tamaki: A través del tiempo, mientras sus discípulos directos nos
van dejando, hay cada vez menos voces que hacen eco de O Sensei.
Yamada Yoshimitsu: Esta es una razón por la que desafortunadamente no preveo
un futuro brillante para Aikido, y estoy apenado al respecto. Es muy posible
que crezca cuantitativamente, pero el espíritu puede cambiar dramáticamente.
La dificultad está en que no podemos decir
claramente “Esto es Aikido”, tanto técnica como espiritualmente. Esta libertad
es tanto una fortaleza como una debilidad de Aikido.
Leo Tamaki: ¿Podría ud. hablarnos acerca de los grados o
graduaciones?
Yamada Yoshimitsu: Los grados son otro problema de Aikido. En lo que a mí se
refiere, no deberían haber sido incluidos en nuestra disciplina. Esta era
también la mentalidad de O Sensei pero por razones financieras, el sistema fue
instalado. El cinturón negro, por qué no, dado que otorga un sentido de logro,
pero no números. Un cinturón negro es un cinturón negro. Para lo demás, dejen
que los estudiantes juzguen. Quizás yo esté equivocado pero no me gustan estas
historias de números, ellas también arrastran competiciones a escondidas
consigo.
Todo el mundo sabe que hay una contradicción
entre un sistema de grados y Aikido. Aparte, es muy difícil hacer una
evaluación de Aikido. La evaluación del mismo individuo, dependiendo de tu
juicio y el mío, no va a ser el mismo; tendremos diferentes puntos de vista.
Una brecha ya existe y no podemos hacer nada al respecto. Nuevamente, esto es
debido a la naturaleza de Aikido, tanto buena como mala. Aikido es un budo
único, por esta razón, no puede funcionar como otro budo, especialmente en
términos de graduaciones, sin mencionar que en Aikido la gente gradúa demasiado
rápido. Pienso que uno debería sufrir un poquito más (risas).
Leo Tamaki: ¿Qué es el título de Shihan?
Yamada Yoshimitsu: Es un sistema estúpido. En Japón, uno le dice shihan a su
maestro, sin importar su graduación. Shihan es una ocupación, un trabajo, no es
una distinción. La gente malinterpreta su significado. No es un título! Es
simplemente una manera más formal de llamar a un Sensei. Por ejemplo, cuando
uno está completando un formulario oficial, uno no escribe como trabajo “Aikido
Sensei”, uno escribe shihan. No es nada más que eso. Los japoneses están
incómodos por el sistema que implantaron y que ellos saben que cometieron un
error. Les causa muchos dolores de cabeza, y a mí también! (risas)
Hoy, todo el mundo busca ese estatus como si
fuera un título. Pero al igual que para los grados, todos se presentan un poco
diferente para obtener este reconocimiento porque no hay estándares. Hoy nos
encontramos con frecuencia en situaciones donde este tipo de quejas llegan:
“Por qué ese tipo es shihan y yo no? Yo tengo el mismo grado y he practicado
por la misma cantidad de años”. Estos son conflictos estúpidos que pasan por
culpa del sistema. Por qué lo necesitan? Si la gente me llama Sensei ya está
bien, no me importa ser llamado shihan.
Leo Tamaki: Pero los japoneses obtienen el título de shihan
automáticamente, ¿no es cierto?
Yamada Yoshimitsu: Esto es algo que a mí no me gusta. Es por esto que en
realidad empecé a otorgar títulos de shihan a extranjeros, porque ellos se
preguntaban por qué era reservado para los japoneses. Hacen muchas cosas tontas
en el Aikikai, inventan títulos regularmente. Para la gente joven, inventaron
el título de shidobu shihan. Yo pienso que Tamura Sensei y yo teníamos un título
un poquito diferente (risas). Estas cosas son ridículas.
El año pasado un grupo [de Francia] me dio
una lista de cerca de 20 personas, pero el Aikikai eligió solo a tres de ellas.
Entonces yo dije “Yo no puedo volver y explicarles que solo tres de ellos van a
recibir este título. Olvídenlo y devuélvanme la lista”. Volví, explique la
situación, y les dije que lo negociaran ellos mismos, que yo estaba fuera del
asunto. Como fue que el Aikikai eligió esas tres personas que no conocían?
Basados en que criterio? El único que los conocía era su maestro. Más aun,
algunos de los practicantes más antiguos del grupo no fueron incluidos en esos
veinte nombres porque tenían una mala relación con sus funcionarios. Este no es
mi problema, pero no era justo. Y cuando conseguí el titulo para uno de esos
antiguos practicantes, el grupo se enojó conmigo. Yo dije “¿Pero por qué no
estaba su nombre en la lista? No es justo, y por lo que yo sé, es uno de los
más antiguos entre Uds.”. Toda esta política, es terrible.
Yo le dije a ese anciano: “Ud. sabe que no es
bienvenido en esa federación y ud. frecuentemente se queja acerca de ellos.
¿Por qué no se va?” La gente me habla acerca de seguros y cosas como esa pero
son excusas. Yo no quiero que me involucren en esas historias, pero mucha gente
deja las federaciones.
Yo quiero ayudar a los grupos en la memoria
de Tamura y Sugano Sensei pero por otro lado, yo también tengo muchos amigos
que no pertenecen a ese grupo. Que debería hacer? La semana que viene tengo que
ver a otro grupo que se queja porque alguien fue ascendido, pero no fui yo
quien lo ascendió (risas)! Estos son problemas internos en los que yo no quiero
ser envuelto.
Leo Tamaki: Parece que Tamura Sensei no quiso arreglar esto antes de
fallecer.
Yamada Yoshimitsu: Es complicado. Yo pienso que él no estaba interesado en
eso. Él era mi mejor amigo y mi mejor sempai. Pero todo el mundo es humano. Él
nunca quiso involucrarse tanto como yo lo hice con mi propio grupo. Yo he
presenciado escenas donde él se negó a involucrarse. Yo le pregunte por que no
resolvió la discusión, y él me dijo que no le importaba porque no importaba lo
que dijera igual iba a terminar en peleas, así que para qué molestarse. Me
encantó eso, un gran principio (risas), tan claro.
Leo Tamaki: ¿Qué es lo que piensa del sistema del Aikikai y su
futuro?
Yamada Yoshimitsu: (Susurrando) no me pregunte eso...
Los problemas son inevitables cuando una
organización crece pero todavía hay muchas cuestiones sin resolver. El Aikikai
está tratando de gobernar todo en base a reportes, rumores, que no siempre
emanan de la gente correcta. Por ejemplo, mis alumnos están felices aquí y no
contactan al Aikikai para quejarse o pedir cosas. La gente que los contacta son
generalmente aquellos quienes quieren obtener algo, o a veces expresar
resentimiento. Decisiones basadas en información parcial no pueden ser buenas.
Pero como pueden ellos saber de los problemas afuera mientras estén en Japón?
Hay demasiadas contradicciones, inconsistencias e injusticias. La forma en que
los grados son otorgados, el sistema de shihan, los reconocimientos del
Aikikai, todas estas cosas no están bien y crean muchos problemas.
Tome por ejemplo el sistema de reconocimiento
por el Aikikai. Al final, en general aquellos quienes lo obtienen son los que
crean problemas porque ellos creen que sólo ellos tienen el derecho de
practicar Aikido.
Yo lucho contra estas cosas pero siempre
enfrento dilemas debido a mi posición tanto como representante del Aikikai como
director de la federación americana, pero siempre intento hacer las cosas en
beneficio de los practicantes. Estoy dividido en medio de todo eso.
Leo Tamaki: ¿Piensa ud. que las organizaciones son necesarias?
Yamada Yoshimitsu: Los grupos son necesarios, por supuesto. Pero, esos que
existen están siendo adecuadamente manejados? Es la gente correcta quienes los
dirigen? Estas son las preguntas.
De todos los grupos con los que trate en
Francia, EE.UU., o donde sea, solo veo unos pocos que en realidad funcionan
adecuadamente. Los problemas no vienen de los miembros, sino de los líderes
quienes heredan a los practicantes sus propios conflictos e intereses. Muchos
líderes son ambiciosos, hambrientos de poder y usualmente son gente muy infeliz
en sus vidas privadas. Necesitan Aikido para halagar su ego. Les falta
confianza y lo compensan usando Aikido. Desafortunadamente muchos de aquellos
que se presentan como maestros son también así. Este es un verdadero problema.
Muchos podrían beneficiarse de tener un estado mental más positivo.
Leo Tamaki: ¿Cómo definiría el termino Aiki?
Yamada Yoshimitsu: Para mi Aiki no es algo visible; Lo veo como una unión.
Cuando alcanzas un estado de vacío tal como el buscado en Zen, te conviertes en
uno con la naturaleza y el universo.
Yo pienso que no soy suficientemente maduro
todavía pero al menos lo intento (risas). Estoy tratando de lograr el mismo
estado mental que tenía O Sensei, una unión con lo infinitamente grande, un
punto donde las pequeñas cosas no nos afectan más. Espero eventualmente
alcanzar este estado mental.
Leo Tamaki: ¿Qué es el ki para ud.?
Yamada Yoshimitsu: Para mi ki no es solamente algo que ocurre en el tatami,
ki está presente en cada momento de la vida cotidiana. Es una energía invisible
pero una en la que yo creo, algo que nos permite actuar, pensar, e interactuar
positivamente con otra gente y la sociedad.
Esto no es algo reservado para los artistas
marciales. A veces se dice acerca de alguien que tiene mucho ki o un ki fuerte.
Esto es algo que percibimos alrededor de gente que es exitosa, una especie de
aura positiva. Es una condición permanente, no importa lo que hagas, en
cualquier momento de tu vida.
En el comienzo, Aikido era extremadamente
popular entre los ‘hippies’ quienes solo querían escuchar acerca del poder del
ki. Solían venir aquí pero no resulto! Un día, yo estaba haciendo kokyu dosa y
uno de los estudiantes estaba inmóvil, en una especie de concentración intensa.
Después de un rato le di unas palmadas en el hombro y le pregunte qué es lo que
estaba haciendo, y me respondió “Sensei, no me moleste, estoy extendiendo mi
ki”. Ese era el tipo de mentalidad de la época; solo tomaron una parte del ki.
Yo solía decirles, tal como Tohei Sensei decía, “un ki fuerte necesita un
cuerpo fuerte”.
Lamento no ser capaz de decir más, no soy un
hombre muy espiritual. Debí haber seguido las lecciones de Nakamura Sensei,
probablemente yo sería más profundo. No soy una persona misteriosa, trato de
practicar y transmitir algo que es bueno para el cuerpo y la mente, pero algo
arraigado a la vida cotidiana, la vida real.
La meditación Zen es buena. Puede ser
realizada en las profundidades de las montañas, donde nada nos moleste, pero el
mejor lugar para meditar es en una calle ocupada, ahí es donde lo necesitas. Un
día, estaba en un templo y durante una discusión, les dije que era fácil
meditar cuando uno estaba solo en el mundo, pero que era una historia diferente
en el corazón de una calle transitada en New York. La gente se enojó pero es en
este tipo de lugares donde la relajación y el desprendimiento son más necesarios
(risas). Siempre anclo las cosas con la realidad así tienen un efecto positivo
en las vidas diarias.
Leo Tamaki: ¿Cómo definiría musubi?
Yamada Yoshimitsu: Es un término muy rico que puede ser entendido en muchos
niveles diferentes. La dificultad cuando uno intenta explicar palabras
japonesas es que muchas palabras tienen un significado amplio. Uno tiene la
sensación del contenido completo de la palabra pero cuando la traduces, solo se
transmite una fracción de la idea general. Es simplemente difícil traducir
ciertos conceptos, usamos circunlocuciones y se requieren diez palabras para
explicar solo una. Esto es especialmente cierto dado que O Sensei era muy
religioso y si no compartías el mismo conocimiento teológico que él, era
difícil saber si se le atribuía el mismo significado a las palabras que él les
daba.
Musubi se relaciona con Zen. El término
significa “ligado”, también introduce un sentido de unidad. Aikido es para mí
la noción de tener el cuerpo y la mente unidos. El termino musubi es a veces
explicado por una acción física pero para mí, musubi no es nada más que un
apretón de manos. Con mucha frecuencia la gente piensa las cosas de una manera
demasiado gráfica, dramática, como en una caricatura. Pero todas estas nociones
de la filosofía japonesa se relacionan con lo invisible.
Leo Tamaki: ¿Tiene algo que agregar Sensei?
Yamada Yoshimitsu: Hemos hablado de muchas cosas negativas pero en el fondo
yo todavía considero Aikido como un arte maravilloso. Espero que los
practicantes sean más positivos, y que Aikido les ayude a ser más libres y
fuertes.
Leo Tamaki: Gracias Sensei.
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Traducción de Nando
Traducción de Nando
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